Bajo algunas plantas del género Cistus podemos encontrar unas inflorescencias rojizas, pero no pertenecen a esta planta, sino que son de la parásita chupamieles
Especiario
Por Hugo Díez, geógrafo, ambientólogo y divulgador ambiental
Se denomina comúnmente chupamieles o melera a la especie Cytinus hypocistis. Este vegetal herbáceo y carnoso es una planta holoparásita que succiona los nutrientes de una planta ‘huésped’ a través de los haustorios, unas raíces modificadas que penetran los tejidos generando relaciones fisiológicas (De Vega et al., 2007). Como la chupamieles extrae los nutrientes de otro vegetal, no le hace falta tener clorofila para hacer la fotosíntesis, por lo que, en vez de ser verde, va a mostrar unos colores rojo-amarillentos.
Esta especie pertenece a la familia Cytinaceae y es del género Cytinus, compuesto por ocho especies holoparásitas que aparecen en las raíces de distintas plantas. El nombre de la familia se debe al aspecto de sus flores, que brotan directamente del suelo y se les asignó el término griego cytinos (cáliz de la flor de la granada). El nombre de la especie también tiene terminología griega, pero este hace referencia a la planta que parasita mediante los términos hypó (debajo) y kíste (frutos con forma de cesto) del que deriva la palabra Cistus.
“La chupamieles es una planta holoparásita que succiona los nutrientes de una planta ‘huésped'”
Hábitat
Esta especie aparece en la cuenca mediterránea parasitando exclusivamente raíces de la familia Cistaceae (De Vega et al., 2009). En la Comunidad de Madrid la podemos encontrar en la Sierra de Guadarrama y estudios como el De Vega et al. (2008), han demostrado que todos los individuos de la chupamieles analizados parasitaban plantas de esta familia (C. ladanifer, C. monspeliensis, C. salviifolius, C. albidus y C. populifolius) y Halimium (H. halimifolium, H. multiflorum, H. lasiocalycinum y H. croceum).

Flores y polinizadores de Cytinus hypocistis: (A), Cytinus hypocistis; (B), Aphaenogaster senilis; (C), Crematogaster auberti; (D), Pheidole pallidula; (E), Tetramorium semilaeve; y (F), Oplisa aterrima. La barra de escala corresponde a 5 mm. Imagen De Vega et al. (2009).
Se puede hallar en comunidades silicícolas como jarales o brezales que van a contener abundantes especies asociadas formadoras de una materia orgánica muy ácida que tiende a podsolizar los suelos. Debido a su amplia distribución recibe numerosos nombres vulgares en castellano a parte de los mencionados, como colmenillas, colmenicas, granadillas o tetitas de doncella (Anthos, s.f.). Muchos de estos nombres vernáculos están asociados a la miel por el dulzor del néctar de sus flores, que en algunas zonas es muy apreciado.
Descripción
La chupamieles está compuesta por 15-25 hojas de 4-10 mm con una forma ovada e irregularmente dentadas. Las hojas subterráneas van a ser blanquecinas mientas que las que aparecen en la superficie poseen una coloración rojo-amarillento.
“A la chupamieles se la puede hallar en comunidades silicícolas como jarales o brezales”
La planta va a florecer de marzo a mayo mediante inflorescencias de 4-14 flores con los mismos colores rojizos que las hojas. Estas inflorescencias van a aparecer en la misma zona de la raíz del huésped todos los años (generalmente cerca del tronco) en un espacio denominado como ‘zona reproductiva’. Una vez se sequen las inflorescencias, dejarán una cicatriz en la raíz de la planta huésped. El fruto tendrá unos 5-10 mm de diámetro y también va a ser amarillo, conteniendo numerosas semillas elipsoides de 0,1-0,2 mm.

Vista de la planta.
Reproducción
La chupamieles depende de los insectos para la producción de semillas, pero concretamente de la familia Formicidae. De Vega et al. (2009) demostraron en su trabajo que las hormigas fueron el principal grupo de insectos que visitaron las flores de esta planta y actuaron como verdaderos polinizadores, tocando constantemente sus órganos reproductores y transportando grandes cargas de polen. Estos autores también presentaron en su estudio que el viento apenas participaba en la polinización de esta especie, por lo que las hormigas eran fundamentales para la supervivencia de la planta.
Usos medicinales
En la medicina tradicional se ha utilizado la chupamieles para tratar la disentería mediante una decocción de la planta. Aunque se necesitan más estudios sobre esta especie para caracterizar y aislar sus compuestos biológicos activos, sí se sabe que la planta contiene propiedades antibacterianas y antioxidantes.
Referencias
Anthos (s.f.). Nombres vernáculos de Cytinus hypocistis (Fam. Rafflesiaceae) y táxones infraespecíficos, 28/04/2021. Recuperado de: http://www.anthos.es/
De Vega, C.; Arista, M.; Ortiz, C.; y Talavera S. (2007). The Endophytic System of Mediterranean Cytinus (Cytinaceae) Developing on Five Host Cistaceae Species. doi: 10.1093/aob/mcm217
De Vega, C.; Arista, M.; Ortiz, P.; Herrera, C.; y Talavera S. (2009). Theant-pollination system of Cytinus hypocistis (Cytinaceae), a Mediterranean root holoparasite. doi: 10.1093/aob/mcp049. Recuperado de: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2707910/
De Vega, C.; Berjano, R.; Arista, M.; Ortiz, P.; Talavera, S.; y Stuessy, T. (2008). Genetic races associated with the genera and sections of host species in the holoparasitic plant Cytinus (Cytinaceae) in the Western Mediterranean basin. New Phytologist. Volumen 178, número 4, pp. 875-887. https://doi.org/10.1111/j.1469-8137.2008.02423.x
Una respuesta a “La chupamieles, una planta parásita polinizada por hormigas”