El goteo de noticias sobre casos de pseudo cazadores que no dudan en disparar a aves rapaces y otras especies protegidas es constante, lo que es verdaderamente preocupante
Opinión de El Guadarramista
Por Jonathan Gil Muñoz (Director)
Un desalmado va por el campo con una escopeta entre sus manos y a lo primero que ve que alza el vuelo le dispara. De una forma muy resumida eso es lo que ocurre en infinidad de ocasiones en el campo español, muchas más veces de las que nos imaginamos, quedando impunes muchos de esos delitos contra nuestra biodiversidad. Por suerte, ese no ha sido el caso del detenido la semana pasada por la Guardia Civil como presunto autor de la muerte de un busardo ratonero en Navalcarnero.
“¿Qué es lo que se le pasa por la cabeza a esa gente que dispara contra las especies no cinegéticas?”
¿Qué es lo que se le pasa por la cabeza a esa gente que dispara contra las especies no cinegéticas? Pues parece ser que hay varias motivaciones, a cual más repulsiva. La primera es que algunos cazadores desaprensivos disparan como norma a las aves rapaces y otros depredadores que se alimentan de las especies que sí objeto de aprovechamiento cinegético, como pueden ser los conejos, perdices, codornices, tórtolas, etc. ¿Por qué?, muy sencillo, de esa forma lo que pretenden es borrar del mapa a cualquier animal que les pueda quitar piezas que colgarse del cinturón y por ende arruinarles la jornada de caza. Sí, es totalmente deplorable.
Y otra razón que en más de una ocasión se les ha odio decir a los responsables de disparar a nuestra fauna silvestre es que, como no se han encontrado con nada en el campo que puedan matar, algo les ha contrariado y enfadado, han pagado su frustración con el primer animal que se les ha puesto a tiro. Prueba de que esto ocurre es que también las cigüeñas son disparadas por algunos cazadores, si es que se les puede llamar así. Ya es el matar por matar, el hacer daño por hacerlo. Se trata en definitiva de una herida abierta que o bien termina con la muerte del animal disparado, o siendo imposible su recuperación para su devolución al medio, aunque por suerte también se cuentan casos de recuperaciones exitosas, por suerte.
Por otra parte, mientras que la semana pasada hablábamos en esta mismo sección sobre los trastornos que pueden causar en las aves acuáticas residuos como los sedales o anzuelos abandonados, también hay que aprovechar la ocasión para dejar claro que el plomo de los cartuchos es claramente mucho más contaminante y peligroso para el medio natural y sus habitantes, sin olvidarnos de los propios cartuchos abandonados que quedan para siempre esparcidos en los cotos de caza. Algo de lo que no se habla todo lo que se debería, pero que está ahí, haciéndose cada vez más grande con el paso de los años sin que nadie quiera meterle mano.
“El plomo de los cartuchos es altamente contaminante y peligroso para el medio natural y sus habitantes”
En esta sección, el editorial de nuestro medio ambientalista, seguiremos advirtiendo a los lectores sobre este tipo de cosas y otras muchas, como ya es costumbre, con el objetivo de proporcionar a quienes nos leen la posibilidad de tener una visión más amplia e informada de lo que pasa en nuestro campo, que no siempre es tan bucólico como nos pensamos o nos quieren hacer creer.