Aunque nos sea imprescindible para vivir, sólo nos acordamos del agua cuando nos falta
Opinión de El Guadarramista
Por Jonathan Gil Muñoz (Director)
Desde hace ya unas cuantas semanas se nos viene advirtiendo desde muchos medios de comunicación sobre el estado en el que se encuentran prácticamente todas las cuencas hidrográficas de nuestro país. La falta de lluvias y precipitaciones en forma de nieve están marcando el inicio de este año 2022, algo que ha hecho saltar las alarmas ante la falta de previsión de lluvias de importancia.
Si ponemos el foco en la Comunidad de Madrid, la situación, aunque todavía no se pueda calificar de crítica, sí que es preocupante si las cosas no cambian en breve. En la web del Canal de Isabel II vemos que los embalses de la región están, en conjunto, al 59,22% de su capacidad. Si acudimos a la web Embalses.net, donde a día de hoy están disponibles de los datos de agua embalsada en la Comunidad de Madrid a 15 de febrero, vemos que el volumen medio es del 56,51%, cuando a esas mismas alturas del año en 2021 nuestros embalses estaban al 82,64% (debido en gran medida a la borrasca ‘Filomena’), siendo además la media de los últimos 10 años casi el 69,33%. En resumidas cuentas, hoy tenemos más de un 20% menos de agua que el año pasado y estamos un 10% por debajo de la media histórica.
“Aunque la situación todavía no se pueda calificar de crítica, sí que es preocupante si las cosas no cambian en breve”
Ante esta situación tenemos que llamar una vez más la atención sobre la necesidad de usar el líquido elemento de forma racional y no desperdiciar ni una gota ya que puede que más adelante, en verano por ejemplo, nos encontremos, en el peor de los casos, en una situación de acusada carestía. Por otra parte, en pleno siglo XXI, como se suele decir, no es normal que sigamos sin distinguir en nuestras casas entre las aguas grises y las negras y todas vayan al mismo sitio, cuando las primeras, que son las que salen por el desagüe de nuestras duchas y lavabos, podrían utilizarse para el riego de parques y jardines, etc. Y tampoco tiene sentido que las cisternas de nuestros WC se sigan llenando con litros y litros de agua potable.
Parece claro que las Administraciones públicas deberían establecer unas especificaciones básicas para las nuevas construcciones de viviendas, así como las rehabilitaciones integrales, en las que sea de obligado cumplimiento la instalación de todos los sistemas disponibles de ahorro y uso eficiente del agua en nuestros baños y servicios. Sin olvidarnos ni de la industria, en especial lógicamente de aquella en la que se utiliza grandes cantidades de agua, ni del sector agrícola madrileño, otro de los grandes consumidores de agua potable en nuestra comunidad autónoma.
“No tienen sentido que las cisternas de nuestros WC se sigan llenando con litros y litros de agua potable”
Todo esto, y todo lo que se pueda añadir, puede ser clave en la gestión cada vez más eficiente del agua en la Comunidad de Madrid, algo urgente si tenemos en cuenta los estudios que advierten que nuestra región va a ser una de las más afectadas por el cambio climático, fenómeno que nos va a traer unas temperaturas cada vez más altas y periodos sin lluvias más prolongados.
Una respuesta a “Una espada de Damocles llamada reserva de agua potable en la Comunidad de Madrid”