Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF han mostrado una vez más su rechazo a la ganadería industrial
Redacción/. La ganadería industrial y sus impactos ambientales y sociales crecen sin cesar en los últimos años, mientras la ganadería extensiva y el mundo rural languidecen por falta de apoyo y una competencia injusta en precios. Por eso, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF rechazan rotundamente el modelo ganadero industrial y consideran que las palabras del ministro Garzón son coherentes con la ciencia actual en materia ambiental y de salud pública y están avaladas por organismos internacionales de máxima credibilidad como el IPCC, el IPBES o la OMS.
Por esta razón, las organizaciones conservacionistas piden al Gobierno de España declarar inmediatamente una moratoria a cualquier proyecto nuevo o a la ampliación de explotaciones de ganadería industrial así como el establecimiento de un diálogo social con la participación del sector ganadero extensivo y de la sociedad civil para el diseño de la estrategia de transformación del sector. Por otra parte, solicitan también el desarrollo de un marco normativo, comercial (etiquetado explícito) y fiscal que permita diferenciar y favorecer la ganadería extensiva, en políticas y mercados. Estas dos acciones se completarían con la aprobación de una estrategia estatal para apoyar la ganadería extensiva, que elimine las barreras que afronta y asegure el futuro del sector mejorando su competitividad en el mercado mediante desgravaciones a los modelos extensivos por su contribución al bienestar de la sociedad en su conjunto.
Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF defienden la ganadería extensiva ya que contribuye a la protección de pastos sumidero de carbono, combate los incendios forestales y genera paisajes únicos y protegidos, como las dehesas. Es reservorio de razas locales en peligro de desaparición, crea empleo en nuestros pueblos, fijando población en zonas rurales, provee alimentos sostenibles y de calidad, contribuye a la soberanía alimentaria y reconecta campo y ciudad, a través de los paisajes y la cultura que preserva.