Unas ruinas, un puente abandonado y un poema borrado nos hablan en ‘Estos muros’

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Por las rotondas de la Sierra de Guadarrama

el Mirador
Por Alberto Pascual. Director del documental Estos Muros
«Este era el término municipal de Chozas de la Sierra. En el año 1959 el nombre fue cambiado por el de Soto del Real. En 1970 mis padres cumplieron con el sueño generacional de tener una segunda vivienda, construyéndose una casa en este pueblo. Aquí descubrí el entorno rural, me acerqué a la naturaleza y conviví en libertad con los amigos«. Así comienza el documental Estos muros, que he dirigido.

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Cartel del documental ‘Estos muros’.

A principios de los años 70, uno de nuestros lugares preferidos de juego era un edificio en ruinas que había junto a un gran puente ferroviario de la línea Directo Madrid-Burgos. Para mí, el recuerdo de aquel espacio es una mezcla de lo que alguien nos contó: que allí estuvieron confinados presos republicanos trabajando en la vía, y que había escrito un poema en una de las paredes de las ruinas.

El poema comenzaba con este verso: «Estos muros hoy ruinosos, rodeados de misterio…» continuaba con «versos ya olvidados» y acababa diciendo «… más son testigo elocuente y evocan enmudecidos los duros tiempos vividos en la construcción de este puente«. Este poema hizo su efecto en mi subconsciente y en el año 2018, casi 50 años después, inicié una investigación que me llevo a descubrir las historias que guardan las ruinas y toda la carga de silencio y olvido que había sido programado de forma sistemática.

«Alguien nos contó que allí estuvieron confinados presos republicanos trabajando en la vía»

Nada más iniciar la investigación decidí hacer un viaje hasta Soto del Real para comprobar si las ruinas estaban todavía en pie. Descubrí que aguantaban, más o menos como las recordaba, aunque la vegetación había invadido el espacio, el poema había desaparecido y la vía del tren había sido abandonada. A medida que conocía lo que escondían las ruinas de Soto, comprobé que lo que ocurrió allí no fue un caso aislado, fue el resultado de una política penitenciaria llevada a cabo por los vencedores del golpe de estado de 1936, que decidieron acabar y reconducir a todos aquellos que consideraban enemigo de España, su España. Conforme iba avanzando en la investigación, comencé a reconocer otra multitud de obras públicas realizadas por presos republicanos utilizados como mano de obra forzada.

Ruinas del barracón del Destacamento Penitenciario de Soto del Real.

En la actualidad vivo en El Escorial y durante la etapa de investigación y rodaje del documental he hecho más de 30 viajes hasta Soto del Real y otros puntos de la línea de tren abandonada. Es un camino precioso, de rotonda-rotonda-rotonda que va acariciando las faldas de la Sierra de Guadarrama. Cuando salgo de El Escorial hacia la población de Guadarrama no solo paso junto a la obra megalomaníaca de Cuelgamuros, la misma carretera por la que avanzo fue construida por presos. En Guadarrama está señalado el barrio de Regiones Devastadas, una de las reconstrucciones del pueblo, terriblemente castigado durante la guerra, avanzo y si voy por el lado de Los Molinos, paso junto a Cercedilla, allí la mano de obra forzada construyó el tren que lleva a Cotos.

Sin título

Poema anónimo localizado en las ruinas del Destacamento Penal de Soto del Real.

Cerceda, Manzanares El Real, Soto del Real, Miraflores de la Sierra, Bustarviejo… a veces Colmenar Viejo. En Colmenar me enseñaron el local del antiguo economato que surtía a los destacamentos de la zona. En cada uno de esos lugares he conocido a personas generosas que me han abierto sendas para avanzar. En Colmenar Viejo el Equipo A de arqueología; Roberto Suárez, coautor del libro La sierra convulsaSegunda RepúblicaGuerra Civil y Primer Franquismo al Norte de Madrid o Fernando Colmenarejo, buen conocedor de las vicisitudes de la construcción de la línea de tren y coautor del libro Paisajes de posguerra. En un camino hacia la libertad, en el que da luz a la realidad histórica del trazado del tren de cercanías entre Madrid y Colmenar y, en concreto, la de sus protagonistas olvidados: los presos que trabajaron en su construcción entre 1941 y 1955. En Soto del Real, la Asociación Cultural Chozas de la Sierra y el Observatorio Ciudadano para la Conservación del Patrimonio de la Sierra de Guadarrama están muy interesados en reivindicar e incluir las ruinas dentro del Patrimonio Histórico de Soto del Real.

Unas rotondas más allá está la población de Bustarviejo, donde se estableció otro Destacamento Penal, el único que se mantiene en pie y se puede visitar gracias a la labor de la Asociación de Memoria Histórica Los Barracones. Un sábado al mes organizan por la mañana una visita que partiendo de la estación de tren te acerca al antiguo Destacamento, permitiendo un acercamiento inmersivo a la realidad que se vivió en ese lugar. Es una visita que recomiendo encarecidamente, paseo matinal, viaje emocional a nuestra realidad escondida y comida en el pueblo, imbatible.

«En Bustarviejo se estableció otro Destacamento Penal, el único que se mantiene en pie y se puede visitar»

No creo que a estas alturas haga «spoiler» si les cuento que las ruinas del puente ferroviario de Soto del Real eran un Destacamento Penal, uno de los que se establecieron entre Madrid y Garganta de los Montes, 9 tramos de obra y en cada tramo la empresa concesionaria obtenía un número variable de presos, todo un sistema perverso regido por el Patronato Central de Nuestra Señora de la Merced para la Redención de Penas por el Trabajo. Por todo ello, Estos muros es un homenaje a los más de 2.000 presos que pasaron por el Destacamento Penal de Chozas de la Sierra/Soto del Real y que son parte de los más de 6.000 que trabajaron en toda la línea.

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