WWF alerta del riesgo de incendio si no apostamos por paisajes mosaico cortafuegos

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La ONG llama la atención sobre el incremento de los incendios imposibles de apagar en el arco mediterráneo 

Redacción/. Bajo el nombre ‘Paisajes cortafuegos’, WWF presenta hoy de forma simultánea en España y en Portugal su informe anual de incendios forestales para alertar de la urgencia de transformar el paisaje actual en un paisaje mosaico cortafuegos para extinguir los incendios forestales mucho antes de que se produzcan. La organización recuerda que este importante y urgente cambio en la ordenación del territorio permitiría reducir notablemente el impacto de los incendios, que actualmente rozan los 12.000 siniestros al año en España y más de 18.000 en Portugal. WWF pide al Gobierno y a las CCAA una estrategia integral de gestión de incendios forestales que invierta en prevención social y que ponga la gestión del territorio en primer plano.

WWF desgrana en el informe ‘Paisajes cortafuegos‘ cómo transformar el territorio para que sea menos inflamable y evitar el impacto de decenas de miles de incendios forestales cada año. “La clave pasa por recuperar el paisaje mosaico, de manera que se conjugue un tejido productivo con la conservación de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático. Y esto solo se puede lograr si se recuperan los paisajes tradicionales, que son aquellos donde existen pastos con usos ganaderos extensivos, masas forestales bien gestionadas, cultivos extensivos y bosques autóctonos”, señalan desde la ONG conservacionista.

“La clave pasa por recuperar el paisaje mosaico, de manera que se conjugue un tejido productivo con la conservación de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático”, sostiene WWF España

En este sentido ya están en marcha pioneras iniciativas inspiradoras que pueden contribuir a lograr estos paisajes cortafuegos. Este es el caso del proyecto mosaico Sierra de Gata (Extremadura) donde se están potenciando los sistemas agrosilvopastorales que fijan la población y previenen incendios. Otro ejemplo sería el proyecto para la recuperación de la zona afectada por el incendio de Las Peñuelas, en pleno Espacio Natural de Doñana en 2017, donde ardieron más de 10.300 ha, incluidas áreas sensibles para especies amenazadas como el lince ibérico, y que puso en serio riesgo a la población de Matalascañas, con unas 130.000 personas en peligro potencial. Este siniestro ha ofrecido una oportunidad para poner en valor la necesidad de reducir el riesgo de incendio en espacios de alto valor natural y repensar otro territorio más diverso, menos vulnerable y donde los pinos ya no dominen el 88% del paisaje como ocurría antes del incendio.

Según Lourdes Hernández, coordinadora de lucha contra incendios en WWF España: “Los incendios del futuro solo se podrán evitar recuperando el paisaje tradicional en mosaico del pasado, pero sumando criterios de sostenibilidad que permitan la conservación de la biodiversidad y adaptación al cambio climático. Tenemos la gran oportunidad y responsabilidad para transformar de forma urgente el territorio para evitar incendios de altísima intensidad y revitalizar el medio rural”.

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