El Guadarramista cumple 12 años reforzando su compromiso con la información y divulgación medioambiental, social y cultural del entorno serrano
Opinión de El Guadarramista
Por Pablo Esteban (Subdirector)
El corresponsal de guerra es a la mayoría de estudiantes de periodismo lo que la coherencia a la mayoría de políticos: un objetivo deseado, pero casi inalcanzable. En mis años de facultad, me sorprendió la cantidad de compañeros que ansiaban coger petate y salir a contar las tribulaciones bélicas en algún país remoto al otro lado del planeta.
En mi ranking particular de prioridades, sin embargo, mi principal anhelo no requería de pasaporte. Ni siquiera de abono transporte. Me conformaba con escribir sobre mi barrio. Contar el día a día de mis vecinos, los comercios de la zona o las novedades de los equipos deportivos locales… Gritar a los cuatro vientos los éxitos y carencias de mi alrededor.
“En mi ranking particular de prioridades, sin embargo, mi principal anhelo no requería de pasaporte”
Sinceramente, creo que hay pocas cosas más gratificantes y emocionantes que informar sobre lo que sucede a tu entorno. Una comunicación familiar, en el entorno donde te has criado y has experimentado algunos de los momentos más decisivos de tu vida. En tu hábitat.
Eso es El Guadarramista. Un medio local, ideado y desarrollado por personas locales. Que saben de lo que hablan. Que han pisado las calles y los campos de sus noticias y reportajes. Que conocen a los protagonistas. Que saben sus historias. Un medio con sentimiento de pertenencia. Un medio emocional.
Pero, ojo, una emoción zurcida con hilos de razón. El Guadarramista no se deja llevar por las pasiones (salvo cuando es estrictamente necesario), sino que el análisis y documentación de sus piezas se basan también en los datos contrastados y objetivos.
“El Guadarramista es un medio local, ideado y desarrollado por personas locales”
Con ya 12 años a sus espaldas, El Guadarramista sigue renovándose en contenido, diseño y estrategia. Porque hablar del lugar de tus raíces no significa quedarte atrapado en los protocolos de entonces. Entorno y medio de comunicación evolucionan de la mano. Lo que no ha cambiado un ápice es su filosofía y compromiso con los lectores: información rigurosa de proximidad. Y así seguirá siendo por muchos años más, enarbolando la divulgación y defensa de los valores naturales de nuestra región.