Por diversión, por conciencia ecológica, como terapia o simplemente por el sabor. Muchas son las razones y beneficios para tener un pequeño huerto casero
el Mirador
Juan Mendoza y Clara Mendoza, autores del blog Cultivandoencasa.com. Ganadores en la categoría ‘Blogosfera Verde’ de los Premios 20Blogs del diario 20minutos (2020).
Cuando hablamos de cultivar en casa, mucha gente piensa que es algo que sólo se pueden permitir las personas que tienen terrenos, jardín o grandes terrazas. Sin embargo, tener dos lechugas en una jardinera en el alféizar de la venta, una menta y una albahaca en la cocina, una mata de cherrys en el balcón o una planta de fresas en una maceta también es cultivar en casa.
Y ese es el mensaje que queremos transmitir, con el objetivo de cada vez más personas tengan su pequeño huerto casero, huerto urbano, maceto-huerto o huerto vertical. Hay personas que se lo toman como un hobby: siembran, plantan y recolectan por mera diversión. Es un pasatiempo como otro cualquiera, con el valor añadido de que un pequeño huerto casero te brinda la satisfacción de ver crecer tus propios cultivos y degustar tus propias frutas, verduras u hortalizas que, obviamente, tienen un sabor único, mucho más natural que el de las que compramos en el supermercado.
“Cuando hablamos de cultivar en casa, mucha gente piensa que es algo que sólo se pueden permitir los que tienen jardín”
Justamente ese es otro de los beneficios de cultivar en casa: saber que lo que te llevas a la boca es completamente natural y no lleva insecticidas, aditivos, conservantes… Tu cosecha propia, aunque reducida, será mucho más sana, pues irá prácticamente de la mata a la boca, y te aseguramos que te sabrá a gloria. También es una forma de ser un consumidor más responsable y crear conciencia ecológica. Por un lado, tomamos consciencia del esfuerzo que supone que un tomate, por ejemplo, llegue a tu plato y, por otro, tenemos la oportunidad de practicar la sostenibilidad y el reciclaje: podemos obtener nuestras propias semillas, crear abono casero y utilizar contenedores y materiales reutilizados para nuestros cultivos en el hogar.
Esto viene genial especialmente a las personas que viven en grandes ciudades, pues tener un pequeño rinconcito verde en casa ayuda a tener un pedacito de naturaleza al alcance de la mano, aunque sea pequeño, y estar en contacto con la tierra, las semillas, las flores y los frutos, cosa que raramente hacemos en nuestras ajetreadas vidas en el asfalto urbano.
No hay que olvidar que tener un huerto en casa también es una herramienta ideal para que los más pequeños aprendan de forma divertida y práctica de dónde vienen y cómo crecen las hortalizas. De paso, los niños también cultivarán una serie de valores: el respeto por la naturaleza, la paciencia de esperar a que ocurra cada paso o la responsabilidad y constancia de regar y cuidar las plantas. Por otro lado, hay personas a las que cultivar en casa les recuerda a una infancia mucho más ligada al campo y a lo natural.
“Tener un huerto en casa es una herramienta ideal para que los más pequeños aprendan de dónde vienen y cómo crecen las hortalizas“
Y por último, pero no por ello menos importante, destacar que la huertoterapia está en auge. Se utiliza en residencias de mayores para ayudarles a mantenerse activos e ilusionados; en centros penitenciarios o de desintoxicación, pues favorece el desarrollo de la resiliencia y la responsabilidad; con personas con discapacidades físicas o mentales, para mejorar su socialización, su autoestima y sus habilidades manuales; con personas en riesgo de exclusión social, para el desarrollo de competencias y mejora del autoconcepto; y con colectivos que sufren estrés, ansiedad o depresión, pues invita a la calma y a estar presentes en el ahora, entre otros muchos usos terapéuticos.
Y tú, ¿ya te has decidido a tener tu huerto casero? ¡Motivos y ventajas no te faltan!