Reforesta necesita colaboradores para salvar árboles autóctonos en Madrid


Árboles autóctonos centenarios en la Comunidad de Madrid están viendo su supervivencia amenazada por antiguas repoblaciones forestales 

Redacción/. En diversos lugares de las sierras de Guadarrama y Ayllón, las repoblaciones forestales se realizaron sólo con coníferas. Los escasos pies de árboles autóctonos que quedaron tras las repoblaciones, así como los jóvenes que nacieron después, luchan por hacerse un hueco, como abedules, arces, arraclanes, encinas, fresnos, serbales, robles, etc., algunos de ellos centenarios. Su supervivencia está amenazada porque el bosque de repoblación les dificulta captar luz y nutrientes, denuncia la ONG conservacionista Reforesta.

Roble seco en el valle del Lozoya. Foto: Reforesta.

Es por esta razón que Reforesta está elaborando un inventario sobre la situación de cada árbol con el fin de solicitar a la Comunidad de Madrid que proceda a clarear el entorno de estos árboles o bien que conceda permiso a la propia ONG para realizarlo, priorizando los árboles con más posibilidades de supervivencia. En este sentido, el coordinador del inventario es un técnico de campo de Reforesta que realiza su trabajo los fines de semana acompañado de socios y voluntarios que contribuyen a financiar los gastos del proyecto.

Las jornadas se han dividido en tres bloques: La Pedriza, valle del Lozoya y valle de Puebla de La Sierra. Hasta la fecha se han llevado a cabo las cuatro primeras salidas en La Pedriza. El resultado ha sido espectacular, califica Reforesta, puesto que se han censado 863 árboles dominados con pocas posibilidades de prosperar si no se apean 465 pinos. Entre los árboles se encuentran pies centenarios desvitalizados debido a la falta de luz originada por la elevada densidad de pinos, informa la ONG.

Reforesta considera que la gestión de las masas forestales es vital para mantener bosques sanos. En Guadarrama y Ayllón, “hay que favorecer esta notable diversidad de especies autóctonas amenazadas por las antiguas repoblaciones. El apeo de los pinos que perjudican a los árboles que hemos censado beneficiaría también al resto del pinar, ya que al reducir la densidad y, por tanto, la competencia entre ellos, los árboles dispondrán de más recursos y estarán más sanos para hacer frente al hongo armillaria, que está provocando una elevada mortandad de pinos”, advierte Reforesta.

En Guadarrama y Ayllón, “hay que favorecer esta notable diversidad de especies autóctonas amenazadas por las antiguas repoblaciones”

La participación de los voluntarios es necesaria para poder financiar el proyecto. Aún quedan plazas disponibles para el inventario en los valles del Lozoya y de Puebla de la Sierra. Las personas que quieran inscribirse o ampliar información pueden hacerlo en en este enlace.

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