La anexión de poblaciones serranas ha permitido mantener las fábulas del entorno y que lleguen hasta nosotros
De leyenda
Por Rosa Alonso
Con 44 caracteres, ostenta el récord al municipio con el nombre oficial más largo de nuestro país: Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago. Este concejo se encuentra en el Valle del Lozoya, en plena Sierra de Guadarrama, y cuenta con un censo de 315 habitantes, según cifras del Instituto Nacional de Estadística (2017). Desde Madrid se llega en menos de una hora por carretera y merece la pena dar una vuelta por sus alrededores y conocer la historia y las leyendas que en él se entremezclan, tal y como sucede con su nombre.
De Garganta de los Montes a Gargantilla hasta convertirse en Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago
Efectivamente, Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago es un municipio que desde el siglo XIX une dos poblaciones diferenciadas, pero con historias en común y un elemento clave: el agua. El arroyo de Santiago nace en las cumbres del Cerro de la Cruz y, al llegar a su falda, atraviesa Gargantilla del Lozoya. Por su parte, Pinilla de Buitrago linda con el arroyo Pinilla que finaliza su recorrido en el embalse de Riosequillo, uno de los principales embalses de la Comunidad de Madrid con una capacidad de 50 hm3 de agua.
Con 44 caracteres, es el municipio con el nombre oficial más largo: Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago
¿Pero cómo nace cada población? La fundación de Gargantilla del Lozoya tiene su origen en el siglo XV, durante la huida de vecinos de Garganta de los Montes. Según dicen, los habitantes querían escapar de la peste que azotaba la zona, mientras que otros cuentan que fue por evitar la obligación de pagar unos impuestos muy altos. Menos de ocho kilómetros separan la antigua población de la nueva, que decidió cambiar su nombre al ser de dimensiones más pequeñas.
Por su parte, Pinilla de Buitrago se constituye de forma estable en el siglo XVI, momento de la construcción de su iglesia dedicada a la Santísima Trinidad. Es a mediados del siglo XVIII cuando logra la independencia del Duque del Infantado, el por entonces señor de las tierras de Buitrago y, como hemos visto, se anexiona a Gargantilla del Lozoya ya en el XIX.
Pinilla de Buitrago se constituye de forma estable en el siglo XVI con la construcción de su iglesia de la Santísima Trinidad
Juana la Beltraneja convierte el lugar en leyenda
Juana de Trastámara y Avís; Juana de Castilla o Juana la Beltraneja es la protagonista que transformó en leyenda al municipio de Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago. Pues, bien, se cuenta que a finales del año 1470, por el ‘Camino del Cartero’ que conducía a los viajeros entre Buitrago y Rascafría, llegó la comitiva real de Juana para celebrar su boda en la ermita de Santiago, población desaparecida, pero que mantiene en pie esta obra eclesiástica.
De esta forma, se confirmaría que sí hubo casamiento durante la llamada ‘Ceremonia de la Val de Lozoya’, por la que se juró fidelidad a Juana como legítima reina de Castilla. Los historiadores dicen que no existió dicho enlace, puesto que Juana contaría entonces con tan solo ochos años de edad, aunque se casaría con Alfonso V de Portugal cinco años más tarde, habiendo cumplido los 13. Interesantísima vida la de Juana que se casó, o no, en el actual Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago.
A finales del año 1470, llegó la comitiva real de Juana para celebrar su boda en la ermita de Santiago
Por si una supuesta peste y una boda ‘real’ no fueran suficientes motivos para que los lectores se acerquen al municipio, recogeremos aquí algunas de las leyendas menores que también se cuentan sobre el mismo: fantasmas en la ermita, espectros en las cercanías de Gargantilla, seres acuáticos vistos en el embalse y los arroyos cercanos, entre otros. Todo esto enmarcado en un entorno natural enclavado dentro de la Sierra de Guadarrama.