Ranita de San Antonio, experta trepadora

Rana de San Antonio. Foto: Jeffdelonge.
Es una de las especies de anfibios más vistosas de nuestra Sierra tanto por su coloración como por el formidable saco vocal de los machos 

Especiario
Por Diego Gil Muñoz

Hasta hace muy pocos años era considerada una subespecie de Hyla arborea pero estudios moleculares demostraron que se trata de una especie independiente. Especie muy abundante hace décadas al pie de las montañas de la Sierra del Guadarrama pero la desenfrenada actividad urbanística la ha convertido en una especie más escasa. Es un endemismo ibérico aunque también está presente en una pequeña franja del suroeste francés.

Ranita de San Antonio.

Descripción
Pequeña y rechoncha de cabeza ancha y pupilas elípticas horizontales con el iris dorado. El dorso suele ser verde intenso aunque puede variar de coloración incluso cambiar de color dependiendo de factores ambientales. Tienen una franja oscura con bordes blancos que recorre todo su cuerpo. Poseen cuatro dedos en las patas delanteras y cinco en las traseras con membranas interdigitales y con unas pequeñas ventosas al final de cada dedo para poder trepar por casi cualquier superficie.

Alimentación
Estudios realizados con individuos de la sierra de Gata en Salamanca revelaron que su dieta se compone en un 75% de hormigas. Otras presas que se encontraron fueron escarabajos en un 10% y arácnidos en un 5%. Durante el período reproductor no se alimentan o lo hacen muy poco. También pueden cazar moscas, chinches, ciempiés y cochinillas. Los renacuajos son herbívoros y se pueden alimentar de materia en descomposición.

Hábitat
Es una especie asociada a zonas con abundante vegetación y temperaturas no demasiado frías. Trepa por la vegetación ribereña cercana a las masas de agua como zarzales, vegetación de ribera y setos tanto en jardines como en zonas salvajes por debajo de los 2.100 metros de altitud. Es más activa de noche aunque en verano también presentan actividad diurna. Es uno de los anfibios presentes en las lagunas de Peñalara por encima de los 2000 metros.

Amplexo de ranas de San Antonio.

Reproducción
El período reproductivo comienza en primavera cuando las temperaturas pasan por encima de los 12 grados y llueve. Los machos entonces se dirigen a las charcas, llegando a recorrer distancias de hasta 4 km para ello. Cuando llegan comienzan a llamar a las hembras hinchando sus sacos bucales. En cuanto las hembras llegan al agua se producen los amplexos. Después las hembras depositan los huevos entre la vegetación acuática bajo el agua. La eclosión se produce a los 12-15 días y completarán la metamorfosis a los 3 meses.

Curiosidades
Si bien es una especie a la que no le gusta el frío demasiado, debido a la desaparición de su entorno se ha visto obligada a desplazarse ladera arriba hasta colonizar medios en los que antes no estaba presente como las lagunas de Peñalara.

Como defensa utiliza el camuflaje, intenta despistar a sus depredadores variando el color de su piel para poder pasar desapercibida. Es una experta trepadora gracias a sus ventosas llegando incluso a encaramarse a las copa de árboles de más de 20 metros de altura.

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