Por Rosa Alonso
“El día de los torneos
pasé por la morería
y vi a una mora lavando
al pie de una fuente fría[…]”.
En la Cueva de la Mora, en la Pedriza, la hija de un rico árabe fue retenida por su familia para que su enamorado, cristiano confeso, no pudiera encontrarla. Se desconoce qué le sucedió al protagonista de esta historia que jamás regresó, provocando que la pobre mora muriera de pena. Cuentan los lugareños que muchas noches se puede ver el fantasma de la joven que vaga entre las rocas mientras continúa esperando