Y por fin llegó el otoño (no nos defraudes)


Y lo hacemos viendo por el retrovisor como se aleja un verano que nos ha dejado más de un mes de días tórridos, un aviso a navegantes de lo que serán los años venideros 

Opinión de El Guadarramista
Por Jonathan Gil Muñoz (Director)
El pasado jueves 22 de septiembre terminó el verano y arrancó el otoño, una estación que, de momento no se está portando demasiado mal con la Comunidad de Madrid al traernos por fin las necesarias lluvias. El caso es que hemos dejado atrás uno de los veranos más calurosos y secos que se recuerdan, con 40 días con temperaturas por encima de los 36 grados centígrados, que se dice pronto, y casi nada de lluvia. Una situación que ha puesto al estío de 2022 como el peor en la región desde que se tienen registros.

Esta situación, causada por la subida de las temperaturas como resultado de un cambio climático originado y agravado por la actividad antropogénica, no va camino de mejorar, más bien todo lo contrario. Como ya hemos apuntado aquí en alguna otra ocasión, ya estamos en el punto en el que sólo podemos trabajar en la mitigación y adaptación a los cambios que nos está trayendo esta transformación global, nadie o muy pocos creen que se pueda ya invertir esta situación. En esto tiene mucho que ver la falta de un programa mundial de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de obligado cumplimiento para los países, algo que, pese a la situación que vivimos, es prácticamente una utopía.

“Estamos en el punto en el que sólo podemos trabajar en la mitigación y adaptación a los cambios producidos por el calentamiento global”

Y de esta manera es como van pasando los años. Terminada la estación del año que corresponda y con las estadísticas en la mano, vemos que ha sido peor que la anterior, y así una y otra vez. España, junto con el resto de países del sur de la Unión Europea, es decir, Portugal, Italia y Grecia, son las regiones del Viejo Continente que más duramente van a ser golpeadas por el cambio climático. La desertización o la pérdida de costa como consecuencia de la subida del nivel del mar, son sólo dos de los grandes fantasmas que amenazan el futuro de nuestro país y cuyas consecuencias llevamos ya años sufriendo sin que seamos realmente conscientes del alcance de lo que estamos viviendo, ¿estaremos ya ante un cierto efecto de acostumbramiento por parte de la ciudadanía?

En este sentido, en la Comunidad de Madrid, por nuestro clima principalmente mediterráneo, el horizonte climático no es precisamente esperanzador. Y no hay mejor prueba de ello que el verano que por fin dejamos atrás. Y lo peor es que el otoño que acabamos de empezar tampoco tiene muy buena pinta por lo que nos dicen los meteorólogos, quienes esperan que sea un otoño más caluroso y seco que los años anteriores. Así que, sin no se hace nada por remediarlo, estaremos ante un giro descendente más en la espiral del cambio que nos lleva hacia no sabemos muy bien dónde.

Deja un comentario