Trucha común, nómada del río


La trucha común es un pez autóctono de la península Ibérica, ampliamente distribuida por la mitad norte de la misma 

Especiario
Por Diego Gil Muñoz
Falta en el levante, en gran parte de Andalucía y en la cuenca del Guadiana. En España podemos encontrar dos tipos de poblaciones, las migradoras o reos y las sedentarias. Las migradoras pueden hacerlo de los ríos al mar y pasar allí años, estas poblaciones se encuentran únicamente en Galicia y la costa cantábrica, mientras que las no migradoras ocupan el resto del territorio.

Trucha común.

Descripción
Presenta una coloración variable aunque predomina el pardo-verdoso por el dorso y el blanquecino por el vientre. Los costados presentan reflejos plateados con abundantes ocelos negros y rojos. De cuerpo fuerte y adaptado a la natación en corrientes fuertes y con abundantes obstáculos. Las truchas sedentarias pueden llegar a los 60 cm y un peso de unos 9 kilos, los reos pueden llegar a alcanzar tallas y pesos aún mayores.

En la Sierra del Guadarrama sobrevive en los tramos altos de los ríos Guadarrama, Lozoya, Manzanares, etc.

Alimentación
Tiene hábitos más bien nocturnos y es oportunista en cuanto a su alimentación. En etapas inmaduras se alimenta de insectos y pequeños invertebrados en exclusiva. Sus presas favoritas son gasterópodos, crustáceos, sanguijuelas, insectos acuáticos y sus larvas. Cuando alcanza la madurez su dieta se amplía a todo lo que pase cerca de ellas como otros peces de menor tamaño, renacuajos y hasta sus propias crías.

Trucha común.

Hábitat
Requiere unas condiciones muy específicas para su hábitat, como son las aguas prístinas, frescas y muy oxigenadas. Según la edad se distribuyen por una zona u otra de los ríos y arroyos. Cuando son más jóvenes prefieren los tramos con aguas más rápidas con más piedras que les sirvan de refugio. En cambio en la edad adulta se desplaza a tramos más remansados con grandes raíces y pozas profundas. En la Sierra del Guadarrama sobrevive en los tramos altos de los ríos Guadarrama, Lozoya, Manzanares, etc.

Trucha común. (Foto: infoanimales.com).

Reproducción
La época de freza tiene lugar entre los meses de noviembre y enero, con el agua a una temperatura menor a los diez grados. Las hembras remontan los ríos hasta las cabeceras y escogen los mejores sitios para depositar los huevos. Al llegar los machos las hembras remueven el fondo para preparar una cavidad. Después las hembras depositan los huevos mientras los machos los rocían con su esperma. Después los huevos son cubiertos con arena, así permanecerán hasta su eclosión a los 35 días.

Requiere unas condiciones muy específicas para su hábitat, como son las aguas prístinas, frescas y muy oxigenadas

Curiosidades
La esperanza de vida de las truchas es corta, se sitúa en torno a los cinco años. Para lograr la supervivencia de la especie, las hembras deben ser muy prolíficas. Se calcula que pueden llegar aponer hasta 2.000 huevos por cada kilo de peso corporal.

Durante la reproducción, tanto machos como hembras vuelven al lugar donde nacieron, no habrá obstáculo ni natural ni artificial que los pueda detener hasta conseguir llegar a su destino. Tras finalizar la freza, después de días sin comer y tras haber remontado los ríos durante kilómetros, algunos ejemplares quedan tan extenuados que pueden llegar a morir de agotamiento.

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