El autor resume los principales asuntos que se trataron en la Jornada ‘El Lobo Ibérico en el Sistema Central’
el Mirador
Por Jose Luis Diaz Cuadrado. SAA-FSC de CCOO de Madrid
La biodiversidad ligada al uso sostenible del territorio y la protección de bienes inmateriales, como el paisaje, tienen enorme potencial para los nuevos yacimientos de empleo de calidad y deben ser uno de los ejes esenciales del nuevo modelo productivo que debemos impulsar con urgencia tras comprobar, las dramáticas consecuencias sociales de una burbuja inmobiliaria impulsada desde las más rancias políticas ultraliberales.
Los empleados públicos que custodian y protegen el patrimonio natural nos demandan que abordemos estas cuestiones dentro de la acción sindical, mucho más transversales de lo que en un principio pudiera parecer.
En la jornada se analizó la incipiente y frágil recuperación del lobo en el Sistema Central, formulando propuestas para hacerla efectiva, viable, en equilibrio y coexistencia con la ganadería. Se estimó necesario que las administraciones ambientales implicadas aborden el proceso con criterios homogéneos y en coordinación, bajo una efectiva protección. Se constató cómo el control de la especie descohesiona a los grupos e incrementa los daños al ganado. Si a las dudas fundadas sobre la legalidad de dichos controles unimos el hecho de que son contraproducentes, es casi inevitable cuestionar dichas medidas y el papel que desempeñan quienes las llevan a cabo.
El punto de vista de los guardabosques
Los Agentes Forestales/Medioambientales y Celadores de Medio Ambiente intervinientes reclamaron el papel clave que deben desempeñar en la recuperación de la especie. Señalaron que el cambio de manejo del ganado puede afectar a los modos de vida y a las emociones, si bien la asistencia a los ganaderos, generando vínculos de confianza, puede ser muy positiva para superar las dificultades; un ejemplo más de la importancia del servicio público de proximidad a los ciudadanos que estos funcionarios prestan. Se incidió en lo poco que sabemos de esta especie en las fases de recolonización de territorios tan humanizados.
“La asistencia a los ganaderos, generando vínculos de confianza, puede ser muy positiva para superar las dificultades”
Se necesita formación para el peritaje de daños; también se trató el enorme potencial que tiene el uso del perro de guarda como herramienta de trabajo. Se destacó la necesidad de anticipar la intervención pública a la prevención, ya que minimiza los daños, llegando incluso a erradicarlos, evitando así entrar en un círculo vicioso. Se aludió a la necesidad de reducir la presión cinegética, algo que no se está haciendo. También, la importancia de una gestión transparente y de hacer pedagogía, resaltando los enormes aspectos positivos de la especie y evitando el sensacionalismo que alimenta los mitos y desinformación. La caída en la inversión en zonas rurales ha sido muy negativa para el frágil tejido socieconómico del mundo rural en Castilla y León.
Se aludió al hecho de que en la actividad ganadera se dan muy diferentes tipologías, desde la ejercida a título principal hasta la que se hace de manera accesoria; en ciertos casos, se da una total falta de custodia del ganado que no es justificable. En Castilla-La Mancha existen dos líneas de ayudas: para la prevención y para los daños, que en todo caso deben ser pagados con prontitud. Los recortes de personal y la falta de formación específica dificultan la asistencia y prevención, lo que genera conflictividad.
El ganadero, más tolerante con el lobo
Se constató que se ha avanzado en tolerancia, ya que buena parte del sector ganadero tiene ya asumida la necesidad de coexistir con la especie. También se habló de la recuperación controlada de muladares. Se hicieron propuestas concretas, como la puesta en marcha de un programa específico Life Coex gestionado por funcionarios públicos bajo la supervisión científica del CSIC.
Se propuso igualmente la necesidad de construir pasos de fauna conforme a los mejores estándares, mejorando la seguridad vial y la conectividad ecológica de corredores naturales clave, tales como Somosierra o el piedemonte. Desde el sector ganadero se habló de los seguros agrarios y de daños ocasionados por el buitre. Se dijo que el lobo nos ha pillado con el pie cambiado; también de la necesidad de disminuir el conflicto. Se incidió en la afección a las emociones, convivir, pero con barreras; también de la necesidad de compensar el lucro cesante.
Desde el ámbito municipal se dijo que hablar del lobo es hablar de gestión del territorio, con una visión transversal sobre las cosas. Se aludió al rebaño municipal de cabras guadarrameñas, proyecto que inciden en la coexistencia. Asimismo, se aludió a los canales cortos de consumo que incorporan el valor añadido del origen de los productos en zonas loberas, de la educación ambiental y de las escuelas de pastores.
“Se constató que buena parte del sector ganadero tiene ya asumida la necesidad de coexistir con la especie”
Falta de medios en la Comunidad de Madrid
Desde la Administración ambiental madrileña se aportaron datos sobre las indemnizaciones, señalando la escasez de medios humanos para una adecuada gestión. El mundo científico aludió a la trasposición incorrecta de la Directiva, una gestión forestal que no favorece la producción primaria de la que se nutren las presas potenciales del lobo, la necesidad de unos planes de conservación eficaces y de una mejora urgente de los hábitats.
También se señaló que los censos oficiales están exagerados y la potencialidad de nuevas zonas en la región madrileña para ser repobladas con cabra montés, como alternativa a los planes de caza y reducción poblacional en La Pedriza de Manzanares. Se proyectaron interesantes audiovisuales sobre los lobos en el Sistema Central. Se afirmó que el lobo depreda ya sobre las poblaciones de monteses de los carpetanos. Las organizaciones ecologistas incidieron en la necesidad de unir y empatizar entre los distintos actores implicados, no entrando en debates falsos y excluyentes.
Como propuesta, la Mesa del Lobo, en la que estén presentes todos los sectores, con la finalidad de centrar el debate y diálogo en sus justos términos, prescindiendo de prejuicios y distorsiones. Se recalcó que la conciliación es posible mediante la adopción de medidas perfectamente asumibles. También se señaló la necesidad de una comunicación veraz y honesta, la importancia de determinar las debilidades, amenazas y fortalezas, recalcando que el lobo es, sobre todo, una oportunidad, y que en esa medida hay que oponerse con pedagogía a las visiones negativas, tan apetecibles, a veces para cierto sensacionalismo de algunos medios de comunicación y determinados intereses.
El lobo, parte imprescindible de nuestro patrimonio natural
Se aludió a la PNL recientemente presentada que persigue la protección estricta del lobo en todo el territorio nacional, poniendo a Portugal como ejemplo. Se denunció que el lobo es tratado como un verdadero paria de nuestra naturaleza, cerrándose la jornada con una reflexión: la sociedad española quiere, muy mayoritariamente, conservar el enorme y valioso patrimonio natural que atesora nuestro país, uno de cuyos elementos esenciales es el lobo ibérico, una pieza insustituible para el reequilibrio de nuestros ecosistemas.
La coexistencia con la actividad ganadera es posible, adoptando medidas viables y a nuestro alcance. Proteger y convivir con el lobo no es ir contra nadie, es defender el entramado complejo de lo natural -del que también dependemos los humanos-, el interés general, una oportunidad para todos. Si no lo hacemos, estaremos fracasando como sociedad, incapaces de imponer el interés general frente al de ciertas minorías que crean y alientan conflictos por intereses espurios. Si no lo hacemos, todos y cada uno de nosotros perderemos para siempre la esperanza de vivir en territorios saludables, de transitar y disfrutar paisajes verdaderos, con alma, que nos hacen dignos, que nos hacen libres.
Una respuesta a “Por la recuperación del lobo en el Sistema Central”