El efecto de los parásitos en una población de herrerillo en Valsaín

Herrerillo común con su prole.

Las infecciones por protozoos sanguíneos en estas aves tenían un efecto muy importante en la población

el Mirador
Por Santiago Merino
Dpto. de Ecología Evolutiva, Museo Nacional de Ciencias Naturales
Durante más de una década hemos estado realizando investigaciones sobre las interacciones entre aves y parásitos en Valsaín (Real Sitio de San Ildefonso), en el Guadarrama segoviano. En el robledal donde trabajamos hemos colocado varios centenares de cajas-nido para atraer aves insectívoras y disponemos de una población de alrededor de 70 parejas de herrerillo común.

Robledal con cajas nido.Esta población tiene la particularidad de que es objetivo de varias especies de parásitos sanguíneos entre las que destacan el parásitos causante de la malaria y otros afines como Haemoproteus y Lecocytozoon que son muy comunes en aves. Se supone que los parásitos sanguíneos causan enfermedades crónicas en las aves y que estas pueden haber jugado un papel muy importante en la evolución de los vistosos plumajes y otros caracteres sexuales secundarios de las aves. Comprobar si efectivamente estos parásitos eran capaces de causar efectos suficientes para jugar este papel nos resultaba muy interesante.

El experimento
El parásito más común en la población de herrerillo es Haemoproteus majoris un protozoo sanguíneo pariente de Plasmodium, el causante de la malaria. Haemoproteus infecta más del 90% de los herrerillos en la población alcanzando la mayoría de las veces el 100% por lo que buscamos un medicamento que pudiera afectar a este parásito. Al ser un pariente de la malaria suponíamos que algún medicamento que afectara a Plasmodium podría servirnos.

«Haemoproteus infecta más del 90% de los herrerillos en la población alcanzando la mayoría de las veces el 100%»

Herrerillo común.Lo que hicimos fue dividir la población de herrerillos en dos grupos lo más parecidos posibles. A cada pareja de aves que atendía un nido se la emparejó con otra con fecha y tamaño de puesta similar. Cuando los polluelos eclosionaron y alcanzaron los tres días de edad, capturamos a los adultos que atendían cada nido y los asignamos a uno de dos grupos; medicado o control. Las parejas capturadas en los nidos medicados se les inyectó una pequeña dosis de antimalárico mientras que sólo inyectamos suero salino a la pareja del nido control.

De esta forma, teníamos un grupo de aves a las que tratamos contra los parásitos y otro grupo de características muy similares a los que no habíamos tratado contra la enfermedad. De la comparación entre ambos grupos que sólo se diferenciaban en el tratamiento recibido podríamos concluir si había algún efecto del tratamiento y, por tanto, de la enfermedad.

Comprobando el éxito del experimento
Sin títuloAntes de poder sacar conclusiones sobre los efectos de los parásitos debíamos comprobar que el experimento había tenido éxito y efectivamente nuestra pequeña dosis de medicamento había conseguido reducir la enfermedad en el grupo tratado en comparación con lo que había pasado en las aves del grupo control. Para ello tomamos un pequeña muestra de sangre de las aves antes de inyectarles el medicamento o el suero salino según correspondiera y diez días más tarde volvimos a capturar a las aves para tomar una segunda muestra de sangre que nos permitirá comparar con la muestra inicial para ver si tras la inyección habíamos conseguido variar la infección en los animales medicados.

«Tomamos un pequeña muestra de sangre de las aves antes de inyectarles el medicamento»

Las muestras sanguíneas fueron observadas al microscopio y los parásitos presentes cuantificados. Pudimos comprobar que nuestro experimento había tenido éxito en reducir la infección por dos parásitos sanguíneos Haemoproteus que se redujo en las aves tratadas mucho más que en las aves control y Leucocytozoon cuya presencia disminuyo en las aves tratadas mientras que aumentó en las del grupo control.

El resultado
Herrerillo común. (Foto: Daniel Alfonso de Lucas).Nuestros datos mostraron claramente que las hembras de herrerillos que atendían el grupo control perdieron más peso en relación con la infección por Haemoproteus que las hembras medicadas. Además las hembras medicadas sacaron adelante más polluelos en sus nidos que las hembras de los nidos control. El estudio de la supervivencia de los herrerillos en años posteriores, medida como presencia de las aves en el área de estudio, nos permitió saber también que las aves medicadas sobrevivían más años por termino medio que las aves de los nidos control por lo que podíamos concluir que no solo las aves medicadas dejaban más descendencia sino que lo hacían durante más tiempo.

Por lo tanto, habíamos comprobado que las infecciones por protozoos sanguíneos en estas aves tenían un efecto muy importante en la población y desde luego, podían haber jugado un papel relevante en la evolución de los caracteres sexuales secundarios del herrerillo.

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