Tengo que reconocer que el enigmático y un tanto morboso encabezamiento de esta entrada tiene su intención
`el Mirador´ Por Julio Vías (Periodista ambiental) Desde la SierraPara los que no conocen muy bien la Sierra esto del monte o pinar `de Aguirre´ puede dar lugar a una cierta confusión. Sin embargo, en esta ocasión el asunto nada tiene que ver con la presidenta de la Comunidad, aunque el monte en cuestión dependa de ella en última instancia. Es más, yo apostaría a que la señora Aguirre no tiene la más mínima noticia de la existencia de esta espléndida masa forestal entre los términos municipales de Miraflores de la Sierra y Soto del Real.
Y dicho esto, ahora hay que aclarar que el nombre popular de este pinar, como también la denominación con la que figura en el Catálogo de Montes de Utilidad Pública de la Comunidad de Madrid, `Perímetro de Aguirre´, sencillamente tienen su origen en el apellido del ingeniero de montes responsable de su plantación: Joaquín Aguirre e Hidalgo de Quintana, que en las primeras décadas del siglo XX repobló con una estudiada y equilibrada mezcla de pinos resineros, laricios y silvestres las entonces peladas laderas de la solana de la Najarra. Hoy, además de los miles de añosos y aromáticos pinos que crecen en el monte, un sencillo monumento erigido por sus amigos, entre los que figuraba el abuelo del autor de estas líneas, recuerda a este olvidado personaje en las afueras de Miraflores.
Todo esto viene a cuento de las cortas de limpieza y aclareo que la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid está realizando desde hace meses en este monte y en otros cercanos, en las que se están empleando `machos´, es decir, fuertes mulos romos uncidos por parejas que llevan a cabo las pesadas labores de arrastre de los pinos apeados, junto a los habituales y enormes tractores comúnmente denominados `skidder´, mucho más agresivos con el medio ambiente. El pasado 3 de octubre recordaba aquí mismo los destrozos causados hace año y medio porla misma Consejeríade Medio Ambiente, cuando José Lara Zabía, Jefe del Área de Conservación de Flora y Fauna Silvestre, abrió una pista forestal en una ladera muy cercana con el fin de sacar las cabras monteses capturadas en las trampas colocadas en el vecino monte del Hueco de San Blas.
Ahora, a propósito de las mulas que reclamaba en aquella ocasión para solucionar el problema del transporte de las cabras, no puedo menos que `dar la de arena´ y reconocer el acierto del Jefe del Plan Forestal de la Comunidad de Madrid, el ingeniero de Montes Pablo Sanjuanbenito, que no sólo recurre a los métodos de saca tradicionales de tracción animal, como complemento a la tracción mecánica con maquinaria pesada, sino que también hace gala de ello ante los paseantes que frecuentan el pinar, como demuestra algún pequeño cartel explicativo que se ha colocado en la zona de los trabajos. Ya se sabe, según el dicho antiguo, “la mujer del César no sólo debe ser honrada, sino también parecerlo…”
Es todo un espectáculo ver trabajar a esos magníficos y dóciles mulos, que han sido traídos desde los montes segovianos de El Espinar hasta el pinar de Aguirre para demostrarnos que las cosas se pueden hacer de una forma mucho más sosegada y respetuosa conla naturaleza. Alcontrario que las multitudes de ciclistas de abigarrada indumentaria que inundan los caminos del pinar, los machos segovianos devuelven al monte ese toque de sobriedad que le es propio, y contribuyen a recuperar y a poner de relieve la identidad cultural e histórica del Guadarrama, tan desdibujada desde hace décadas.