Los misterios del Guadarrama (II)

`En ruta´
Por Felipe Colorado Lobo

Esta divertida estrofa de Enrique de la Vega saca a relucir en el lejano 1915 la dicotomía entre los montañeros más entregados y los simples aficionados, que por aquel entonces se denominaban drogueros.

Alpinistas y drogueros

En una reciente entrevista en la radio me preguntaban sobre esta disputa que, como veis, no es en absoluto actual. Tan sólo recordaros que los que terminéis esta ruta que iniciamos el mes anterior nunca más seréis considerados drogueros.

Partimos de Casa Eraso

Con la imaginación aún repleta de titánicas luchas entre templarios corruptos y siniestros nigromantes y la mirada teñida del verde interminable del pinar abandonaremos Casa Eraso por el camino que bordea el espolón por el E, marcando una pronunciada curva.

A medio kilómetro cruzaremos el arroyo Casarás. Desde este punto, en inapreciable descenso y siempre hacia el N, llegaremos tras unos 600 metros a la Fuente de la Reina. Buen sitio para refrescarse y quizás observar algún ungulado.

Comienza la subida

Nuestro camino ha debido de encontrarse con la calzada romana, al W y un camino pavimentado al E. Debemos avanzar con cuidado unos 200 metros, hasta cota 1637, una pradera donde nos desviaremos al E a lo largo de una trocha que cruza el pavimento y en franca subida alcanzar la Pradera de Fuenfría y la Majada del Escorial.

Tras menos de dos kilómetros desde la bifurcación llegaremos a los 1814 metros del cerro de la Camorca, magnífica atalaya donde en la época adecuada podremos observar carroñeros a escasa distancia y conversar con el personal de vigilancia.

Bajada hasta la calzada romana

Dado que queremos quitarnos el sanbenito de drogueros, tras disfrutar de las vistas continuaremos por el camino, primero hacia el W y tras una marcada curva hacia el N, bajando a un collado a 1669 metros en menos de un kilómetro. Al encontrarnos de nuevo con la calzada romana, debemos retornar siempre por ella en dirección S, obviando las numerosas curvas, hasta el puerto de la Fuenfría.

¿Largo retorno?

Como decían en aquella famosa serie musical: “La fama cuesta…” Pues aquí es dónde vais a empezar a pagar, con kilómetros: 5,4 hasta el puerto de la Fuenfría, 2,7 hasta el aparcamiento de Majavilán. Allí podremos reponer energías en los establecimientos del lugar y contar batallitas frente a un humeante café o un helado refresco, dependerá del tiempo y las circunstancias.

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