Ante una nueva cita electoral, ¿sabemos cuáles son las posiciones medioambientales de los candidatos?
Opinión de El Guadarramista
Por Jonathan Gil Muñoz (Director)
Todavía no se han formado los Gobiernos locales de un gran número de municipios madrileños cuando tenemos ya en el horizonte unas nuevas elecciones. Una de las principales impresiones con las que nos podemos quedar con respecto a las celebradas el pasado 28 de mayo es que, al menos en la Comunidad de Madrid, el debate político ha pasado de puntillas por las cuestiones de índole medioambiental. ¿Ocurrirá lo mismo en las Elecciones Generales?
Para responder a este pregunta basta con echar un ojo y un oído a los medios de comunicación. Un rápido examen nos dará como resultado que, para nuestra desgracia, los temas relacionados con la conservación y defensa de nuestra naturaleza no van a ocupar ni mucho menos uno de los primeros puestos en los cara a cara que protagonicen Sánchez y Feijóo. Es posible incluso que ni durante la campaña electoral pasen de ser algo que se nombre por casualidad, como un mero complemento que siempre queda bien en cualquier arenga política. Esta puede ser la realidad, con algunas matizaciones.
“Es posible que ni durante la campaña electoral la cuestión medioambiental pase de ser algo que se nombre por casualidad”
La razón principal que está detrás de que uno de los asuntos que debería ocupar el primer puesto en la agenda de nuestros políticos se haya olvidado es el ambiente de crispación que se respira desde hace meses en los plenos municipales, la parlamentos autonómicos y, por supuesto el Congreso de los Diputados (y el Senado). ¿Ha sido la calle la que ha contagiado a los escenarios políticos o ha sido a la inversa? Yo soy de los que piensan que se ha retroalimentado. Hay figuras políticas que se dedican a crear la discordia y muchos ciudadanos que son verdaderos fanáticos.
Ante este panorama, para algunos políticos, muy pocos, de signos muy diferentes, les ha sido imposible reconducir la situación en sus formaciones hacia posturas más respetuosas con el rival, un discurso crítico pero que plantee alternativas, que no enfrente a la gente y en los que se pueda distinguir el espíritu de servicio público. De aquellos barros estos lodos, como dice el sabio refranero español.
Por suerte, da la impresión que ni Sánchez, por mucho que digan que se ha radicalizado, ni Feijóo, aún siendo empujado por algunos barones dentro de su partido, son muy amigos del barro, aunque ya se lo hayan dado a probar mutuamente.
“Hay políticos que se dedican a crear la discordia y muchos ciudadanos que son verdaderos fanáticos”
Si el 23J es reelegido Sánchez, ya conocemos su política medioambiental, por lo que podemos esperar que continúe por la misma senda. Ningún gobierno de España se ha tomado tan en serio lo medioambiental, con más o menos éxito, eso lo dejo a juicio del lector. Y si es Feijóo el vencedor, tendremos que echar mano de la política ambiental que siguió durante el tiempo que fue presidente de Galicia. Eso sí, si se ve forzado a pactar con Abascal, la cosa puede cambiar mucho. Desde este punto de vista, le es mucho más apremiante al candidato del PP plantear sus iniciativas ‘verdes’ por ser hoy desconocidas. ¿El barro nos dejará conocerlas?
Una respuesta a «Cuando la crispación no deja ver el bosque»
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A l@s condidat@s les interesa muy poco la naturaleza y además saben muy poco o nada sobre medio-ambiente. Sólo miran por pillar un asiento y no currarla. Si ofrecen algo es algo relacionado con la algún tema de moda, se asesoran sobre lo que deben decir y nada más.
Algun@s hacen declaraciones ridículas, sin base científica o que se caen de lógica.
La naturaleza, el paisaje el silencio, son valores en déficit, también entre la clase política , como la historia, la geografía y la lengua en la enseñanza.
Tiempos modernos, que diría Chaplin , gobernantes adolescentes y postureo, mucho postureo y disfraz.
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