A pesar del tiempo transcurrido, muchos municipios de la región acumulan en solares enormes cantidades de materia vegetal con los consiguientes riesgos
Opinión de El Guadarramista
Por Jonathan Gil Muñoz (Director)
Los habitantes de muchos municipios cercanos a Villaviciosa de Odón pasaron la noche del domingo al lunes de esta semana oliendo a humo de materia vegetal ardiendo. Y es que, como muchos de nuestros lectores ya sabrán, el domingo a las 10 de la noche se declaró un incendio en un solar de 7.000 metros cuadrados en Villaviciosa de Odón donde el Ayuntamiento de esta localidad ha estado acumulando restos vegetales procedentes de las talas y podas de los árboles afectados por el paso de la borrasca ‘Filomena’. Por suerte, gracias al trabajo de los bomberos, que estuvieron trabajando en la zona toda la noche, se pudo extinguir el incendio antes de que pasara a mayores.
“En el solar que ardió, el Ayuntamiento ha estado acumulando restos vegetales de los árboles afectados por el paso de ‘Filomena’”
El caso es que, por lo que hemos podido saber, en el solar donde se declaró el fuego, se había depositado una enorme cantidad de restos vegetales que llevaban allí esperando una salida desde que nos visitó ‘Filomena’, es decir allá por el mes de enero. Ahora, cuando estamos ya en la segunda mitad del mes de abril, ha quedado patente el enorme peligro que entraña tener todos esos kilos de restos vegetales ahí aparcados. Ahora bien, a la espera de que se investiguen las causas, parece a priori que se trata de un incendio provocado, lo que, de ser así, es verdaderamente inconcebible que haya alguien tan inconsciente como para prender la mecha de una bomba de tales dimensiones. Pero dejando a un lado esto, y volviendo a lo de antes, este incendio en Villaviciosa de Odón debe ser una llamada de atención para el resto de municipios madrileños.

Incendio declarado el pasado domingo en Villaviciosa. Foro: Telemadrid.
Sin ir más lejos, Móstoles debería tomar buena nota de lo sucedido esta noche. Hace pocos días supimos que muchos vecinos de este municipio han denunciado la existencia de una zona en el Soto de Móstoles en la que, como en Villaviciosa, se ha acumulado una enorme cantidad de materia vegetal muerta sin que todavía haya sido tratada. En este caso, los vecinos se quejan de los malos olores que provocan los restos vegetales en descomposición, temiendo además que se transforme en un foco de posibles plagas de insectos, como ya ha sucedido con la oruga procesionaria, e incluso se convierta en el refugio perfecto para roedores como las ratas. Es decir, estamos ante un problema medioambiental y para la salud de las personas que debe centrar sin duda los esfuerzos del Ayuntamiento de Móstoles.
“Vecinos de Móstoles han denunciado la existencia de un espacio en el que se ha acumulado una enorme cantidad de materia vegetal muerta”
Tanto en el caso de Villaviciosa de Odón como de Móstoles, y de otros municipios madrileños, nos encontramos con un problema de fondo común: ¿Cómo tratar esta enorme cantidad de restos vegetales? Pues la respuesta tiene mucho que ver con la escasa apuesta de las corporaciones locales por sistemas de aprovechamiento de los biocombustibles. Existen muchos ejemplos en España de Ayuntamientos que han instalado en los edificios públicos sistemas de calefacción que utilizan los restos vegetales. Hay otros muchos que han apostado por invertir en maquinaria que permite transformar la madera en abono que después se esparce por los parques y jardines del municipio. Nadie esperaba que ‘Filomena’ causara los daños que dejó tras de sí, pero tres meses después, es difícil de entender la existencia de estos enormes vertederos.