Terminada la primera fase de limpieza del Guadarrama en el suroeste de la región, el balance de residuos retirados nos alerta del estado de conservación de este río
Opinión de El Guadarramista
Por Jonathan Gil Muñoz (Director)
Las grullas han vuelto al alzar su majestuoso vuelo. Esta vez lo hacen, como todos los años por estas fechas, para volver a sus cuarteles de primavera y verano en el centro y el norte del continente europeo. Su partida es la señal del paso de los meses y del comienzo del final del invierno. Es por ello que, en estos días, todavía es posible ver en el cielo bandadas de grullas formando grandes uves, un espectáculo natural cuya banda sonora es el incesante trompeteo que emite esta ave migratoria y que le sirve para mantener la formación en el aire y animarse a seguir el camino.
Así, no serán pocas las grullas que vean estos días reflejada su silueta en embalses, humedales y ríos de nuestra región. Uno de ellos a buen seguro es el Guadarrama. Este río ha vuelto a ser noticia una vez más, concretamente el tramo que atraviesa el municipio de Arroyomolinos. Hace escasos días conocíamos los resultados de la limpieza de sus riberas: 17 toneladas de restos de coches y unas 35 toneladas de neumáticos fuera de uso, a lo que hay que sumar aproximadamente 60 toneladas de residuos de aparatos eléctricos. Es decir, en total se han sacado del río Guadarrama 112 toneladas de basura, que se dice pronto. Las labores de limpieza, realizadas por la Confederación Hidrográfica del Tajo dan cuanta del estado de conservación en el que se encontraba el río Guadarrama en este punto de la Comunidad de Madrid. Pero cuidado, que esto no ha terminado, ya que los trabajos van a continuar ahora en Móstoles.
“En total se han sacado del río Guadarrama 112 toneladas de basura, que se dice pronto”
Esa enorme cantidad de porquería no se acumula en un año, ni en dos, ni en tres… Estamos ante un caso claro de dejadez y permisividad por parte de las Administraciones públicas que han consentido la continua degradación del Guadarrama, que no han querido enfrentarse al problema hasta que no les ha quedado más remedio, justo cuando la situación era totalmente insostenible. No vale como excusa que los ayuntamientos implicados digan que no tienen competencias para realizar las labores de limpieza en este o en cualquier otro río. Se pueden hacer muchas cosas para no llegar a estos extremos, como, por ejemplo, aumentar la vigilancia en la zona, campañas de concienciación, jornadas ciudadanas de limpieza del cauce, etc. Pero de eso ya hemos hablado en aquí en más de una ocasión. Así que, y para no repetirme, diré únicamente que es una auténtica vergüenza que en una región como la Comunidad de Madrid pase esto.
Y una cosa más, sorprende muchísimo que tal y como estaba el río Guadarrama, se le conceda un premio a la localidad de Arroyomolinos, en este caso como Ciudad Arbórea del Mundo. Un reconocimiento otorgado ni más ni menos que por la FAO y la Fundación Arbor Day, ojo por segundo año consecutivo. Una distinción que, atentos, reconoce la gestión, promoción y defensa del patrimonio natural del municipio. Yo a estas alturas prefiero que el lector saque sus propias conclusiones. Sin comentarios
Una respuesta a “Grullas sobre el río Guadarrama”