El aumento de la masa forestal se percibe como un factor negativo en las zonas rurales pese a los beneficios que aporta

La despoblación de los paisajes rurales y la migración hacia el entorno urbano está transformando el paisaje 

Redacción/. La aparición de nuevas masas boscosas y el aumento de la cobertura vegetal son beneficiosos para mitigar el cambio climático ya que los bosques ayudan a retener CO2 y restaurar los ecosistemas. Sin embargo, tras un análisis de cómo nos beneficia la expansión natural del bosque y de la percepción social de estos cambios en el paisaje, investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) entre otras instituciones, han detectado que, en zonas rurales, este cambio se percibe como algo negativo mientras que en las áreas más urbanas la percepción es positiva.

El artículo describe los efectos del crecimiento espontáneo de los bosques en cuatro áreas repartidos entre dos zonas rurales y dos zonas periurbanas de España y Francia. Estas transformaciones paisajísticas han beneficiado la provisión de energía y la regulación del clima, pues los bosques funcionan como sumideros de carbono, sobre todo en el caso de los bosques nuevos que han crecido en antiguas tierras de cultivo. Sin embargo, la acumulación de biomasa ha sido vista como un factor de riesgo de incendios entre las partes interesadas a las que se ha entrevistado.

«La ciudadanía debe conocer las funciones ecológicas del crecimiento forestal y su potencial para proporcionar beneficios a las personas así como integrar a las partes interesadas y a la población en la gobernanza del paisaje local», concluyen Irene Martín-Forés y Fernando Valladares coordinadores del estudio en el MNCN.

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