El río Tajuña «agoniza entre la degradación y el olvido»

Las principales organizaciones ecologistas de la Comunidad presentan un informe sobre el alarmante estado de conservación del cauce 

Redacción/. ARBA, Ecologistas en Acción, Asociación Ecologista del Jarama ‘El Soto’, GRAMA y Jarama Vivo, dentro del proyecto Ríos de la Comunidad de Madrid, presentan los datos del informe correspondiente al río Tajuña. Este río que discurre por el sureste de la región, se encuentra, según este estudio, en un preocupante estado de conservación «por la desidia de las administraciones competentes», señalan los conservacionista.

Cartel de la marcha reivindicativa por la protección del Valle del Tajuña.

La supervivencia de este río hace tiempo que está comprometida por múltiples agresiones, mantienen las ONG ambientalistas. Según datos del Plan Hidrológico del Tajo, el 42,88% del caudal del río se destina a regadío o a abastecimiento urbano. Un aprovechamiento excesivo que supone que en años secos, el río, llegue a desecarse antes de desembocar en el río Jarama. A este grave problema se le unen, la ocupación o la roturación de las riberas que impide el desarrollo del bosque ripario.

Un problema muy relevante, como recoge el informe elaborado por los ecologistas, es el elevado número de azudes (pequeñas presas) presentes a lo largo del cauce, 37 azudes, uno cada 1.600 metros. Estas presas obsoletas y carentes de función, limitan la calidad ecológica y biológica del río. El Tajuña es el río madrileño con mayor concentración de nitratos en sus aguas (la misma sustancia que ha causado el reciente desastre ecológico en el Mar Menor), procedentes de los fertilizantes utilizados en agricultura.

Para sensibilizar a la población sobre la necesidad de proteger el río y el valle del Tajuña, el próximo sábado 9 de noviembre, está prevista la celebración de una marcha reivindicativa en el municipio de Orusco.