Greenpeace ha aplaudido la decisión del Parlamento Europeo de exigir medidas más estrictas para la protección de las abejas
Redacción/. El Parlamento Europeo ha respaldado hoy en sesión plenaria que se adopten medidas más estrictas y rigurosas para la protección de las abejas, entre ellas, que en la evaluación se tengan también en consideración las abejas silvestres, y no sólo las de la miel, y que se analice la exposición crónica a los plaguicidas, tal y como propone la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) desde 2013.
En 2018, la UE prohibió tres plaguicidas neonicotinoides después de realizar una evaluación exhaustiva de sus riesgos para las abejas, utilizando los criterios que la EFSA presentó en 2013 en su documento guía. El Parlamento ha rechazado hoy la propuesta, presentada por la Comisión, para que sólo se aplicara una parte muy pequeña de esa guía en la legislación, lo que no mejoraría la protección general de las abejas.
El pasado martes 22 de octubre, la Comisión Europea y los gobiernos nacionales decidieron prohibir un cuarto neonicotinoide, el tiacloprid, que generaba preocupación por el posible riesgo en la salud de las personas. La EFSA no ha hecho pública aún una evaluación completa de sus riesgos potenciales para las abejas.
La noticia está muy bien, pero la foto que la acompaña no es una abeja, es una mosca de la familia sirfidae, cuyas especies frecuentemente imitan el aspecto de abejas y abejorros. También son polinizadores así que seguro que se benefician de las medidas de la Unión Europea.