Topillo lusitano, codiciada presa


Se distribuye por la zona noroccidental de la península Ibérica, adentrándose en el extremo suroccidental francés 

Especiario
Por Diego Gil Muñoz
Estamos ante una especie autóctona y un endemismo ibérico. Ocupa la Sierra de Guadarrama hasta los 2.000 metros de altitud, siendo los individuos que viven a mayor altura más oscuros que los que habitan en cotas más bajas. Es una especie relativamente abundante, situada en la base de la cadena trófica, sirviendo de presa habitual para lechuzas, cárabos y carnívoros de pequeño y mediano tamaño.

Descripción
Su cuerpo es robusto, siendo los machos algo más grandes que las hembras. Pueden alcanzar los 13,5 cm de longitud y los 20 gramos de peso. La coloración del dorso puede variar del grisáceo al pardo, la parte inferior es de color gris más claro. La cabeza es ancha y corta, con pequeños ojos y orejas que no sobresalen por encima del pelaje. La cola mide unos 3 cm y las patas son cortas con cinco dedos en cada mano.

«Es una especie relativamente abundante, situada en la base de la cadena trófica»

Hábitat
De hábitos subterráneos y nocturnos, puede aparecer en hábitats diversos tanto naturales como agrícolas. Entre los naturales podemos nombrar las orillas de pequeños ríos y arroyos así como bosques. En las zonas agrícolas abunda en plantaciones de patatas y cultivos de frutales. En la Sierra de Guadarrama prefiere la vertiente segoviana, más húmeda y con más cursos de agua disponibles.

Topillo lusitano. Fuente: Ministerio para la Transición Ecológica.

Alimentación
Especie herbívora, consume hierba principalmente, cuando está disponible. En períodos de escasez herbácea, se alimenta de las partes aéreas de las plantas además de sus tallos. Come también pequeños bulbos, semillas de avena y tubérculos.

 

Ejemplar de topillo lusitano.

Reproducción
El periodo reproductor puede extenderse a todo el año si las condiciones ambientales son favorables, aunque suele paralizarse durante el verano debido a la escasez de alimento. Las hembras alcanzan la madurez sexual a las cinco semanas de vida, los machos algo más tarde. Pueden parir hasta cinco crías por parto aunque lo normal son las camadas de dos o tres ejemplares. Nacen ciegos y sin pelo, aunque a las dos semanas ya son una miniatura de sus progenitores.

«Las explosiones demográficas de la especie son raras o inexistentes«

Curiosidades
Las explosiones demográficas de la especie son raras o inexistentes, aunque en zonas de frutales pueden llegar a ser muy numerosos, con densidades de hasta 200 individuos por hectárea. Cavan una extensa red de túneles, por un lado crean un sistema superficial, hasta 15 cm de profundidad, y por otro un conjunto de galerías que llegan a los 40 cm donde guardan comida y ubican el nido.

Al vivir en un entorno oscuro, dependen de su olfato ya que su vista es bastante pobre. Además poseen a ambos lados del hocico unas vibrisas sensitivas que le ayudan a orientarse y a detectar posibles peligros.

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