Geranio de El Paular, emblema guadarramista

Se trata de una especie descubierta en el valle del Lozoya en 1989. Desde entonces la Comunidad ha mantenido en secreto su ubicación 

Especiario
Por Diego Gil Muñoz
Es un endemismo de la Sierra de Guadarrama y de los términos de la Minosa y Miedes de Atienza, en Guadalajara. En los primeros censos de población que se hicieron de la especie se calculó el número total en unos 16.000 ejemplares, aunque podría haber descendido. Todos ellos estarían ocupando un territorio de tan sólo media hectárea de superficie.

Descripción
Planta de porte rastrero, cuyas hojas son parecidas a las del perejil. Los tallos pueden llegar a medir veinte centímetros de longitud. Las flores miden unos tres centímetros, son de color malva y adornan cada planta en un número que puede ser de hasta las cincuenta unidades.

Geranio de El Paular. Foto: Comunidad de Madrid.

Reproducción
Es una planta hermafrodita, que se reproduce mediante semillas, y que es polinizada por todo tipo de insectos. Éstos, llevan el polen de las flores de un sexo a las del otro. Florece entre los meses de abril y mayo. La reproducción artificial en laboratorio ha dado sus frutos, en cambio cuando se ha intentado en macetas las plantas no han sobrevivido.

«Ha sido citada únicamente en El Paular, donde se descubrió, y en la sierra de Ayllón, aunque podrían existir poblaciones en Soria»

Hábitat
Citada únicamente en El Paular, donde se descubrió, y en la sierra de Ayllón, aunque podrían existir también poblaciones en Soria. En nuestra Sierra de Guadarrama su escasez podría deberse a la necesidad que tiene la planta de terrenos calizos para prosperar. Este tipo de suelos sólo se encuentran en el valle del Lozoya. Crece en grietas y cavidades de rocas dolomíticas en torno a los 1.100 metros de altitud.

Geranio de El Paular. Foto: Ángel S. Crespo.

Curiosidades
Existen varias especies de hormigas que se alimentan de la semillas del geranio de El Paular; consumen tantas que merman cada año la capacidad reproductora de cada planta. Se conoce perfectamente la ubicación de la población aunque no se da a conocer para evitar así el expolio por parte de coleccionistas que tuvieran la tentación de llevárselas para sus casas.