Los resultados positivos de los trabajos de cría permiten tener a esta especie en cuenta como herramienta detectora de cambios
M. San Felipe/. El Centro de Cría en Cautividad de Anfibios Amenazados del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama lleva más de una década trabajando junto al Consejo Superior de Investigaciones Científica en la cría de la rana ibérica por su condición de especie en peligro de regresión. Hace cuatro años, este programa inició un estudio piloto desarrollado por el investigador Jaime Bosch que impulsó de forma notable la cría de esta especie.
Hasta ese momento, se recogían las larvas de masas de agua efímeras, en donde no podrían desarrollarse por su desecación temprana y se reintroducían en charcas aisladas en las que no sobrevivían a pesar de su buen estado. Al principio se pensó que la causa se debía a una inadaptación al frío, pero finalmente empezó a trabajarse la hipótesis de que el origen de este declive estaba en la introducción de peces depredadores en el hábitat natural de los anfibios, un problema que se da a nivel mundial.
Tras la aplicación de trabajos de eliminación de los peces introducidos en estas zonas, el año pasado se llegaron a liberar hasta mil ranas en la Hoya de Pepe
Tras la aplicación de trabajos de eliminación de los peces introducidos en estas zonas, el año pasado se llegaron a liberar hasta mil ranas en la Hoya de Pepe Hernando, en el Macizo de Peñalara, y este otoño “se ha observado un éxito en la reproducción, lento pero efectivo”, según fuentes del Parque Nacional. Quienes destacan que “no solo se ha superado con éxito el grave problema que presentaba la rana ibérica” en la zona, sino que su presencia es “una magnífica herramienta indicadora de los cambios” del Parque y que ayudará mucho en su gestión.