Mirlo común, el pájaro melómano


Ave muy común en la mayor parte de Europa y en el norte de África, fue introducida por el hombre en Australia, Nueva Zelanda y América del Sur 

Especiario
Por Diego Gil Muñoz
El mirlo ha sabido aprovechar la expansión humana en su beneficio, raro es el parque o incluso jardín particular que no tiene parejas con nido de cría. En el medio natural se muestra arisco, en cambio en los entornos humanos es más intrépido y cercano. Antaño fue un ave migratoria, pero al crecer las ciudades y aumentar la temperatura se hizo sedentario.

Descripción
De tamaño mediano, con una longitud de unos 29 cm y un peso que oscila entre los 80 y 125 gr de peso. Especie con un marcado dimorfismo sexual, el macho es negro azabache con el pico amarillo, mientras que la hembra es más parda y de tonos más apagados.

Antaño fue un ave migratoria, pero al crecer las ciudades y aumentar la temperatura se hizo sedentario

Hembra de mirlo común. Foto: Luis García.

Hembra de mirlo común. Foto: Luis García.

Alimentación
Varía la dieta en función de la época del año y del tipo de alimentos a su alcance. Cuando hay fruta disponible frecuenta los frutales causando daños en las cosechas. Dicho daño es compensado por la cantidad de insectos que devora como escarabajos, gusanos u hormigas.

Hábitat
Puede vivir en gran cantidad de hábitats diferentes, desde bosques frondosos, setos, jardines, barrios urbanos, etc. En la Sierra del Guadarrama podemos encontrarlo en casi cualquier sitio, desde los jardines particulares hasta los bosques de suelo húmedo, todo ello hasta los 2.200 m de altitud. Falta en las zonas más áridas de la península como Los Monegros, Tierra de Campos, el sureste peninsular, etc.

Reproducción
En febrero, la hembra comienza la construcción del nido ayudada por el macho, lo colocan a poca altura, tanto en matorrales como en árboles. La puesta consta de 3 a 5 huevos y puede realizar varias a lo largo de la temporada. La hembra incuba los huevos aunque a los pollos los alimentan ambos progenitores. Las crías nacen a los 13 días y pueden volar pasados otros 13 días después de su nacimiento.

Curiosidades
El mirlo es todo un especialista en encontrar lombrices, para ello escarba o aparca la hojarasca con las patas. Una vez encontrada la presa, tira de ella con gran habilidad logrando sacarla de su agujero sin partirla.

Podemos verlo en jardines particulares y en bosques de suelo húmedo, todo ello hasta los 2.200 m de altitud

Mirlo común. (Foto: Daniel Alfonso de Lucas).

El canto del mirlo es uno de los más melodiosos de nuestras aves, se aplica con virtuosismo en melodías que parecen no tener fin. Cuánto más húmedo es el día con más ahínco se emplea. Además emiten señales sonoras para gran variedad de situaciones como peligro, huida, amenaza, miedo, etc.

Durante la época de cría la protección del territorio se lleva al extremo; el macho expulsa a cualquier rival de sus dominios. En alguna ocasión se ha visto a algún ejemplar pelear contra su propia imagen reflejada en el tapacubos de un coche o de un espejo.

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