La desaparición de ‘El niño de Somosierra’

Punto kilomñetrico en el que se produjo el accidente.
El enigma serrano por excelencia continúa sin resolverse más de 30 años después y ya se ha convertido en leyenda

De leyenda
Por Rosa Alonso
Se llamaba Juan Pedro Martínez Gómez, tenía 10 años y desapareció la madrugada del 25 de junio de 1986. Había salido con sus padres la noche anterior de Murcia, su ciudad natal, camino de Bilbao en el camión cisterna que conducía su padre, un imponente vehículo cargado con ácido sulfúrico.

Tras sufrir un accidente a la altura del Puerto de Somosierra, los padres fallecieron en el acto, pero nunca se llegó a encontrar al pequeño. Coincidiendo con las fiestas de San Juan y en el trigésimo primer aniversario de estos acontecimientos, conoceremos la historia de la desaparición más extraña sucedida en la Sierra de Guadarrama.

Estado en el que quedó el camión tras el fatal accicente.

Un viaje sin retorno
Los padres de Juan se encontraban a mediados de los años 80 pasando por una mala racha económica, por lo que decidieron realizar un último viaje de trabajo en el camión cisterna hasta Bilbao y pasar allí unos días visitando la zona norte de España. El pequeño Juan iba también en el enorme vehículo como regalo por sus buenos resultados escolares. Nadie podía sospechar que este ‘premio’ determinaría los hechos que sucedieron a continuación.

Según el atestado de la Guardia Civil, el camión sufrió un accidente al atravesar de forma temeraria el Puerto de Somosierra a más de 120 km por hora. Hasta cuatro vehículos se vieron implicados en el choque y, entre el amasijo de hierros, se encontró a una pareja de adultos salpicados con parte del ácido que transportaba el camión. No supieron hasta horas más tarde que allí también viajaba un menor, ya que la abuela materna preguntó por el pequeño y se hallaron algunas cintas de música infantiles, entre otros objetos, que confirmarían que Juan viajaba en la cabina con sus padres.

El camión sufrió un accidente al atravesar de forma temeraria el Pto. de Somosierra a más de 120 km por hora

Numerosas teorías y ninguna respuesta
Aplicando el principio de la navaja de Ockham, según el cual “dada la igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más probable”, al lector no se le escapará que, entre varias teorías, la respuesta más factible sería la de que el ácido acabó con el pequeño. Sin embargo, no se encontraron restos óseos en la cabina y el ácido requiere unas horas para actuar por completo, lo que permitió a los investigadores descartar esta posibilidad.

Portada del semanario El Caso en el que se lanzaba la hipótesis del rapto.

Sin duda, abandonada la idea de tan trágico final, la hipótesis que más se ha barajado durante estos años es la del secuestro: aprovechando el caos tras el aparatoso accidente, alguien se llevó a Juan, aunque se desconoce en qué condiciones. Ya que tiempo después se supo que en el camión también se transportaba heroína, surgió una nueva teoría: Juan fue secuestrado por unos traficantes de drogas que irían vigilando de cerca el camión.

En este sentido, se llegó a pensar que el pequeño no se encontraba dentro cuando se produjo el choque, sino que habría sido raptado previamente. Esta teoría fue en su momento sustentada por las extrañas paradas realizadas por el camión, que quedaron registradas en el tacógrafo. Según éste, tras 22 segundos de detención a la altura del Puerto de Somosierra, el camión aceleró hasta la excesiva velocidad que, finalmente, hizo perder el control al padre de Juan.

Se llegó a pensar que el pequeño no se encontraba dentro cuando se produjo el choque, sino que habría sido raptado previamente

Sin noticas de Juan
Aunque las autoridades buscaron en un radio de 30 km, nunca se llegó a encontrar a Juan que, de estar vivo, hoy contaría con 41 años de edad. Durante los primeros meses, muchas fueron las personas que aseguraron haberle visto. El caso más curioso fue el del dueño de una autoescuela en Madrid que afirmó que servía de guía a una mujer ciega iraní y que había entrado en su negocio preguntando por la Embajada de EEUU. Otras personas creyeron verle en varios puntos de España, pero no ninguna de las pistas llevó a su localización.

A pesar de los esfuerzos, ha sido imposible localizar al niño desaparecido.

Sin duda, hasta que este misterio se resuelva, la desaparición de Juan Pedro Martínez Gómez continuará siendo el enigma serrano por excelencia y seguirá provocando la aparición de innumerables teorías.

Los últimos datos oficiales, publicados en marzo de este año, hablan de que 4.164 personas continúan desaparecidas en nuestro país, la mayoría hombres de entre 35 y 50 años. Deseamos un final feliz para cada una de estas personas y sus familias.

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