La mariposa isabelina en la Sierra de Guadarrama

A. isabelae hembra avistada en Peguerinos (Ávila). Foto: AGC.
Mucho se ha escrito sobre este singular insecto que ha suscitado grandes intrigas y ha sido objeto de pasiones y desencuentros entre entomólogos

el Mirador
Por J. Carlos Vicente Arranz y Antonio García Carrillo
Asociación Zerynthia
Han pasado 168 años desde que el ilustre naturalista D. Mariano de la Paz Graells encontrara en los pinares del Guadarrama, el que es considerado el lepidóptero nocturno más bello de Europa. Nos referimos a la mariposa ‘Isabelina’ o ‘Graellsia’. Su descubridor quiso dedicar este bello insecto a la que fue reina por aquel entonces, Isabel II. En un principio se denominó a la nueva especie como Saturnia isabelae, durante muchas décadas llevó el sobrenombre de Graellsia isabelae, hasta que la taxonomía actual la ha asignado un nuevo género, dejándola en Actias isabelae.

Placa ‘Graellsia’ dentro del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama (Cotos). Foto: JCV.

Mucho se ha escrito sobre este singular insecto desde su descubrimiento en 1849 en Pinares Llanos (Ávila), ya que ha suscitado grandes intrigas y ha sido objeto de pasiones y desencuentros entre entomólogos. Durante muchos años, de la Sierra de Guadarrama salían los ejemplares que surtían la gran demanda que había de esta mariposa, pues todos los coleccionistas y entomólogos del mundo querían poseer esta joya entre sus vitrinas.

Preciado objeto de deseo
Este insecto se convirtió en un codiciado trofeo por parte de coleccionistas, nacionales y extranjeros. Por ejemplo, en 1903 se anunciaba en revistas entomológicas de la época, la venta de huevos a 10 pesetas la docena, y en 1918 se llegaban a pagar entre 20 y 30 pesetas por cada crisálida de esta especie.

Con el tiempo, la ‘Isabelina’ apareció en otras montañas y sierras ibéricas, por lo que la presión de coleccionistas y comerciantes en el Guadarrama disminuyó. Pero una amenaza mucho mayor puso en peligro a esta mariposa y fueron las fumigaciones indiscriminadas que se realizaron durante décadas con productos tóxicos como el DDT, el diflubenzurón o Dimilín, en la mayoría de los pinares serranos, incluidos los del Guadarrama.

Estos potentes y letales insecticidas utilizados para combatir la plaga de la procesionaria del pino, produjo colateralmente un declive importante en las poblaciones de nuestra protagonista, al ser ésta una especie muy sensible a los insecticidas, impregnados éstos sobre los pinos silvestres que le sirven de alimento a sus larvas, por lo que estuvo a punto de desaparecer de muchos rincones.

Indicadores en la Reserva de la Biosfera La Granja-El Espinar (Segovia). Foto: JCV.

Actualmente ya no se emplean venenos tan agresivos en nuestros montes para combatir las plagas y la ‘Graellsia’ se ha convertido en una especie totalmente protegida, por lo que su captura con fines que no sean los científicos, están penados por la ley. Dentro del Arboreto ‘Luis Ceballos’, situado en el Monte de Abantos, hubo instalado en su día un insectario donde se criaba esta especie para posteriores sueltas.

Emblema de la Sierra de Guadarrama
Esta bella mariposa se ha convertido en la actualidad en todo un símbolo dentro de la Sierra de Guadarrama. Aunque es muy difícil que nos topemos de forma natural con este esquivo lepidóptero nocturno en nuestros paseos y rutas que hagamos por los pinares al final de la primavera, que es cuando vuela esta especie, sí podemos visitar la enorme placa dedicada a la ‘Graellsia’ que se encuentra situada en el mismo pinar donde se descubrió.

Además, existe un pequeño monumento que incluye a esta mariposa, situado a la entrada del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, cerca del puerto de Cotos, incluso es posible que veamos su símbolo reflejado en algún cartel o señalización de la propia Reserva de la Biosfera de La Granja-El Espinar (MAB). Como curiosidad podemos decir que el escudo heráldico del Ayuntamiento de Peguerinos (Ávila), incluye una ‘Graellsia’.

Oruga de la mariposa isabelina.

Oruga de la mariposa isabelina. Foto: Shawn Hanrahan.

Puede parecer que se trata de una mariposa muy estudiada, pero existen algunas lagunas en cuanto a su distribución en la zona oriental del Sistema Central, al este del Guadarrama, por lo que sería interesante que los aficionados colaborasen y aportaran sus observaciones sobre esta especie. Puede hacerse a través de la plataforma NATURFERA.

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