Relaciones planta-insecto en la Sierra de Guadarrama: El caso de las agallas vegetales

Agalla del cinípido Cynips quercusfolii en el roble (Quercus petraea)

Insectos inductores de agallas vegetales del Guadarrama

el Mirador
José Luis Nieves-Aldrey. Investigador del CSIC
La flora y fauna de la Sierra de Guadarrama se cuenta ente las más ricas de las que integran las cadenas montañosas ibéricas. Sin duda uno de los componentes principales de la fauna del Guadarrama son los insectos, grupo zoológico que forma parte fundamental y mayoritaria de los biomas terrestres. Se estima que en la Sierra existen más de 15.000 especies de insectos, aunque no se puede precisar la cifra exacta debido a su enorme diversidad y a que muchos grupos de insectos están aún muy poco estudiados.

Agallón en corona o “bogallo” del roble melojo inducido por el cinípido Andricus quercustozae. Sin embargo, la fauna de insectos del Guadarrama está comparativamente mejor conocida que la de otras cadenas montañosas de España debido a que en la cercana Madrid comenzó el desarrollo de la entomología ibérica a mediados del siglo XIX y la Sierra comenzó a ser recorrida y estudiada por aquellos tempranos pioneros. Entre ellos cabe destacar a Mariano de la Paz Graells, descubridor de la mariposa emblemática del Guadarrama Graellsia isabelae, seguido años más tarde por la figura egregia de Ignacio Bolívar, creador de la Real Sociedad española de Historia Natural, director del Museo Nacional de Ciencias Naturales, y autentico fundador de la entomología como ciencia en España.

«La fauna de insectos del Guadarrama está comparativamente mejor conocida que la de otras cadenas montañosas de España»

Estas destacadas figuras y sus discípulos, recorrieron asiduamente la Sierra de Guadarrama contribuyendo notablemente a sentar las bases de su conocimiento entomológico. Muchos de estos estudios se emprendían desde la Estación Alpina de Biología, creada por Ignacio Bolívar en El Ventorrillo, en el municipio de Cercedilla, estación que actualmente se denomina estación Biológica de El Ventorrillo, dependiente del Museo Nacional de Ciencias Naturales del CSIC.

Agallas en la cornicabra inducidas por el pulgón Baizongia pistaciae.A lo largo de su historia evolutiva las plantas y los insectos han evolucionado de modo muy estrecho, como consecuencia de lo cual entre estos dos organismos existen múltiples relaciones de todo tipo, desde las tróficas, en que los insectos se han adaptado a alimentarse de las plantas y éstas a defenderse de su ataque, hasta las protectoras o las reproductoras, como se puede apreciar en el inmenso y fascinante campo de la polinización de las plantas con flores, que es realizada fundamentalmente por insectos.

«A lo largo de su historia evolutiva las plantas y los insectos han evolucionado de modo muy estrecho»

Uno de los casos más interesantes y complejos de relaciones planta-animal es el que representan las agallas vegetales. Es una relación de íntima dependencia por la cual el animal, casi siempre un insecto, es capaz de manipular la fisiología y genética de la planta en su propio beneficio, obligándola a crear una estructura morfológica anormal dentro de la cual el insecto encuentra alimento, cobijo y protección, y puede desarrollar una parte fundamental de su ciclo biológico.

Agallas en sauces causadas por la avispa porta-sierra Pontania viminalis.Hay muchos grupos distintos de insectos que son capaces de inducir la formación de agallas vegetales en las plantas, desde pulgones, hasta psílidos, pasando por algunos grupos de coleópteros, lepidópteros y dípteros, pero las agallas morfológicamente más complejas son las inducidas por las conocidas como ‘avispas de las agallas’, un grupo de himenópteros de la familia de los cinípidos asociados fundamentalmente con especies de Quercus, es decir con los conocidos robles, quejigos, encinas, alcornoques etc.

«Las agallas morfológicamente más complejas son las inducidas por las conocidas como ‘avispas de las agallas'»

La Sierra de Guadarrama es rica en agallas vegetales, especialmente en las de cinípidos, de las que se conocen 68 especies, pero están también muy bien representadas las agallas de dípteros cecidómidos en diversas familias de plantas, especialmente en labiadas y leguminosas, y las de otros grupos de insectos como las avispas porta-sierra (Tenthredinidae) en los sauces y las de pulgones (Aphididae) en la cornicabra, olmos y chopos.

Agalla del lepidóptero Retinia resinella en el pino silvestre. Las agallas de algunas especies de cinípidos tienen otra importante faceta de interés ya que frecuentemente albergan pequeñas micro comunidades muy complejas, formadas por insectos inquilinos, parasitoides y sucesores, interconectados entre sí por redes tróficas, y todos ellos dependientes del recurso que representa la agalla, lo que le confiere un gran interés ecológico.

Una respuesta a “Relaciones planta-insecto en la Sierra de Guadarrama: El caso de las agallas vegetales

Responder a HonorioCancelar respuesta