Enrique de Mesa (IV). La laguna de los pájaros

Laguna de los Pájaros.

El poeta dedica un capítulo entero a la laguna que reposa a mayor altitud en la Comunidad de Madrid

Milenaria
Por Jaime Sanz Burdiel
Si preguntáis en el contorno por la ‘laguna’, los serranos os encaminarán a la grande, madre del Lozoya, vaso granítico que, tallado en la cumbre, remansa sus aguas de nieve. La ‘laguna de los pájaros’ no es conocida.” De esta manera escribía Enrique de Mesa sobre la Laguna de los Pájaros en sus Andanzas serranas (1910), dicha laguna está situada a 2.170 metros sobre el nivel del mar.

Años después la situación ha cambiado, un puente de madera y una señal muestran ahora el camino a la Laguna de los Pájaros. ¿Qué serrano amante de la naturaleza no conoce ya esta hermosa laguna que descansa a los pies de los Riscos de los Claveles?

Cima de Peñalara.Hace más de cien años Enrique de Mesa escribía “No hay vereda, sendero ni trocha que a ella conduzcan. Para llegar a sus orillas, que se recatan al pie del risco más soberbio, preciso es aventurarse en los barrancos, salvar las tollas, trepar monte arriba, firmes y resueltos.” Quién sabe por dónde subió el poeta, lo que si sabemos es que gracias a su obra no solo podemos disfrutar de su lectura, sino que también es capaz de transportarnos a la montaña, en plena naturaleza, con gran facilidad y con una belleza asombrosa, dejando testimonio además, del estado de nuestra Sierra del Guadarrama hace ya un siglo.

“Enrique de Mesa dejó testimonio del estado de nuestra Sierra del Guadarrama hace ya un siglo”

Su obra parecen ser los restos de la literatura costumbrista, del regionalismo tan bien encarnado en José María de Pereda (1833-1906), solo es una escena, no ocurre prácticamente nada. Al igual que Enrique de Mesa esbozó el contorno de la Sierra de Guadarrama, Pereda hizo lo mismo con Cantabria y sus Escenas montañesas, Tipos y paisajes o Bocetos al temple, entre muchos otros. Un ejemplo claro de ello es el siguiente pasaje de nuestro poeta en su ascensión a Peñalara:

Peñalara y Montes de Valsaín.Con el sol aún bajo emprendimos la marcha. La ventolina, que desde el amanecer soplaba suave, tornó a endurecerse. Los tomillares de los ribazos alzaban al cielo su ofrenda de aromas […] Al abandonar la vereda, dispuestos a escalar a suerte y ventura la cima encapuchada, el sol asomó la caricia de un rayo por el desgarrón de una nube. El viento, arreciando en su furia, amontonó las nieblas sobre el valle, y el contorno de Peñalara destacó soberbio sobre el cielo zarco”.

Con este hermoso pasaje y último artículo sobre Enrique de Mesa, les incito a disfrutar de la lectura de este gran poeta, a caminar y a cuidar de nuestra Sierra del Guadarrama.

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