El descenso extremo y el enduro, un debate urgente

Su práctica en nuestras montañas está ocasionando muchos perjuicios medioambientales

Ya va siendo hora de que los problemas ambientales se aborden por la sociedad. En Cercedilla, por ejemplo, vecinos, autoridades y empresarios deberían debatir en torno a los perjuicios que están causando el descenso extremo y las motos de enduro en zonas como es el Valle de la Fuenfría. Aunque hay más actividades perniciosas, el debate constituiría un magnífico punto de partida.

El trasfondo económico del asunto
El problema de la práctica del descenso extremo y el uso de las motos de enduro es doble. Por un lado tenemos la incidencia de estas dos actividades en los caminos. Las sendas quedan sobredimensionadas, la tierra queda apelmazada, dañando las raíces de los árboles y produciendo un ruido muy molesto para la fauna. Además, la convivencia con el senderismo es imposible; dado el peligro que entraña transitar por los caminos que se utilizan para el descenso extremo o el enduro.

«La convivencia con el senderismo es imposible; dado el peligro que entraña transitar por los caminos»

Pero el asunto trasciende al plano económico. Si ese gran número de montañeros que cada fin de semana se acerca a Cercedilla no puede caminar con tranquilidad, buscan otros pueblos donde poder hacerlo. Eso es justo lo que está empezando a ocurrir. Una consecuencia totalmente lógica, pero no debemos caer en la ‘trampa’ y olvidar que ese gran enjambre de mochileros, con todos los respetos, también constituye un peligro para la conservación del Parque Nacional.

Otros graves peligros ambientales
Efectivamente, no pasemos por alto el gran número de senderistas que visitan Valle de la Fuenfría. También hay que mencionar la gran cantidad de vehículos que copan los aparcamientos de la parte alta de aquel valle. Y no nos olvidemos de esas carreras de atletismo en alta montaña (trails) que convocan a cientos  de personas para recorrer las partes más altas de nuestra Sierra… En resumidas cuentas, que hay muchas cosas de las que hablar y el tiempo corre en contra.