Terrorismo contra la cabra montés

Hallan restos de varios ejemplares de cabra montés abatidos por armas de fuego en ambas vertientes de la Sierra de Guadarrama

P. Esteban/. Parecían desterrados de la Sierra de Guadarrama, pero han vuelto. Los terroristas ecológicos han reaparecido en ambas vertientes de la cordillera serrana dejando tras de sí el macabro rastro de sus fechorías, que en esta ocasión han tenido como víctima a la cabra montés. Así, Agentes Medioambientales y Celadores de Medio Ambiente de Segovia, en colaboración con el Seprona, han localizado recientemente los restos de varios ejemplares de cabra montés abatidos ilegalmente por armas de fuego.

La voz de alarma la dieron unos ciudadanos anónimos que avisaron a los Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid, que dieron el aviso preceptivo a las autoridades segovianas. La caza ilegal constituye un delito reconocido por el Código Penal, por lo que los hechos han sido puestos en conocimiento del Juzgado Decano de Segovia y de la Fiscalía de Medio Ambiente, para que los responsables de tal atrocidad sean castigados como se merecen.

Tibieza legislativa

El estado poblacional de la especie –extinguida hasta hace 11 años en la vertiente segoviana de la sierra, y posteriormente reintroducida por la Junta castellanoleonesa- permite un aprovechamiento cinegético sostenible en la Zona de Caza Controlada ‘Estribaciones de la Sierra de Guadarrama’. Sin embargo, y a tenor de los acontecimientos, aún perviven en nuestra geografía desalmados que no respetan las normas de las zonas de caza controladas.

Este hallazgo no hace sino confirmar –una vez más- que la tibieza y la fragilidad con la que las Administraciones legislan la normativa cinegética y penan la caza furtiva. La cabra montés ya estuvo extinguida una vez en el Guadarrama segoviano, ¿tiene que volver a estarlo para que se tomen medidas reales disuasorias contra la caza ilegal? Parece que sí.