Gracias a las protestas de Jarama Vivo y la presión mediática de medios ecologistas como El Guadarramista el río Guadalix vuelve a tener agua en su cauce. El Canal de Isabel II ha tenido que rectificar y finalmente ha devuelto parte de su vida al río.
Redacción/. Después de diversas denuncias y quejas presentadas ante diferentes intituciones la asociación verde Jarama Vivo ha conseguido su objetivo. Al Canal de Isabel II no le ha cabido otra que abrir las compuertas del embalse de Pedrezuela y devolver en parte la vida al cauce que seco y muerto del río Guadalix.
El organismo público que gestiona el agua en la Comunidad de Madrid mantenía hasta fechas recientes las compuertas del embalse de Pedrezuela cerradas, secándose inexorablemente el Guadalix. Todo esto ha ocurrido cuando las reservas de agua en la región “alcanzaban el 72%” según el colectivo, una cifra excelente que no obligaba a esta medida drástica. Jarama Vivo denunció este hecho que explicaba aludiendo al interés del Canal por permitir el llenado de piscinas privadas y el riego de campos de golf.
Un daño difícil de reparar
Aunque la normalidad vuelve a este río (Lugar de Interés Comunitario para la UE) lo cierto es que el daño ya está hecho. Fruto de la irresponsabilidad del Canal un trecho del Guadalix de 15 km de longitud (entre el embalse de Pedrezuela y su desembocadura en el Jarama) ha perdido gran parte de su flora y fauna. Al carecer de agua la vida acuática prácticamente ha desaparecido, secándose muchos de los árboles de su ribera.
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